El gobernador de Bolívar, Vicente Blel, expresa con frecuencia en diversos medios de comunicación, foros académicos y otros escenarios gremiales, que su gestión dirigiendo los destinos del departamento ha sido ejemplar, con resultados palpables y con políticas públicas que “inciden sustancialmente en la mejora” de los indicadores calidad de vida de más de 2 millones de bolivarenses.
Sin embargo, este discurso se cae de su propio peso al mirar su comportamiento en casi 3 años de su gobierno, frente al combate de la pobreza como principal flagelo que puede tener una sociedad. La realidad en esta materia -como en muchas otras-, prueba un total fracaso, a pesar de su masiva propaganda oficial.
En esa dirección, en un estudio que realicé para el Observatorio de Políticas Públicas del Departamento y para Cedetrabajo titulado “El Panorama de la Pobreza en Bolívar”, demuestro hasta la saciedad como los índices de pobreza monetaria en la actualidad afectan al 48,5 % del total de la población.
Según las cifras (GEIH- DANE, 2022), en el gobierno de 'Bolívar Primero" se encuentran 1 millón 048 mil personas viviendo o sobreviviendo de milagro con $8.400 diarios.
Es decir, que de cada 100 bolivarenses, 48 habitantes duermen todas las noches con profundos dolores de estómago, no porque comieron en exceso, sino porque no comieron prácticamente nada. Y si comparamos este indicador con otros departamentos, la situación se torna muchísimo más alarmante.
Por citar algunos ejemplos: en Antioquia se evidencian niveles de pobreza que afectan aproximadamente al 29.3% del total de su población. Para el caso del Atlántico -que tiene coincidencias en número de habitantes, PIB e ingreso per cápita respecto a Bolívar-, la pobreza se registró en el 35, 6%. Siguiendo el recorrido, las cifras en Bogotá son del 35.7 %, Caldas del 28 %, Boyacá del 38.5 %, todas por debajo de la media nacional registrada en 39.3%.
Así las cosas, el gobierno Blel prueba que si es posible empeorar, dado que para nuestro caso es del 48%. Cifra que nos avergüenza ante el país (GEIH- DANE, 2022).
No es cierto que la causa que explica este resultado desastroso en materia de pobreza se deba a la pandemia como astutamente el doctor Blel y algunos de sus principales funcionarios ha tratado de señalar.
Si revisamos con toda seriedad y rigor la evolución de este indicador en los últimos años, encontramos como en el 2017 en Bolívar había 957 mil personas en situación de pobreza, en el 2018 se incrementó a 941 mil y en el 2019, antes que el COVID 19 asomara sus narices, la pobreza ya se ubicaba en 1 millón de personas.
Si algo hizo la pandemia, además de profundizar este flagelo en el departamento, fue quitar el velo que escondía esta dramática realidad que muchos venimos denunciado hace muchos años.
A este panorama hay que agregarle que las personas en condición de indigencia en Bolívar pasaron de 178 mil personas a 301 mil personas entre 2017 -2021, lo que equivale al 13.7 % del total de la población.
Es decir, de cada 100 bolivarenses casi 14 está sobreviviendo con $3.800 diarios y frente a esta dramática realidad las medidas de la administración del “Bolívar primero“ para enfrentar con toda decisión este flagelo brillan por su ausencia.
El factor principal que explica tan alarmante condición, es el desarrollo de la política económica del libre comercio -que tanto defiende el gobernador-, que destruye el agro y la industria, fuentes principales de generación de riqueza y de empleo en un país y además fundamentales para poder combatir el dramático fenómeno de la pobreza.
Aproximándose un escenario de debate electoral que se va a desarrollar el próximo 29 de octubre, los y las bolivarenses no podemos seguir eligiendo a candidatos a la gobernación de Bolívar que promuevan dichas ideas y políticas para la alcaldía de Cartagena que hoy representan la continuidad de estas políticas que generan estos desastrosos resultados. Sacar a Bolívar del atraso y la miseria, implica remplazar dichas ideas y elegir nuevos liderazgos.