Las extorsiones desde las cárceles de Colombia vía llamadas telefónicas se han convertido en una de las prácticas delictivas más comunes. Con historias elaboradas que en su mayoría consisten en hacerle creer al receptor de la llamada que algún familiar está en peligro o tiene alguna necesidad económica, presos de La Picota en Bogotá, de La Picaleña de Ibagué, de Palogordo en Girón y de muchos otros centros penitenciarios logran sacarles dinero a colombianos inocentes.
Para hacerle frente a esta situación el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en cabeza de su director Daniel Gutiérrez, le dio rienda suelta a la Operación Dominó, la cual consiste en realizar registros diarios en las celdas junto con registros semanales en las cárceles por parte del Gaula para detectar a quienes puedan estar realizando estas llamadas y a los funcionarios que puedan estar facilitando la entrada de celulares. Las sanciones podrán ir desde controlar las comunicaciones de los presos hasta prohibirles todo tipo de visitas.
El instituto ya publicó una lista con 30 presos peligrosos que han sido identificados como extorsionadores, entre los cuales destaca la presencia de Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, alias El Negro Ober. Ellos serán vigilados de una manera más exhaustiva:
Según Gutiérrez, en 2022 se denunciaron 9.791 casos de este tipo de extorsiones y solo en el primer semestre de 2023 la cifra fue de 5.262, por lo que va en aumento. Asimismo, se reveló que en lo que lleva de año se han incautado más de 20.000 celulares en las cárceles del país.
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