Cuando se cumple el #BicentenarioNaval de la Batalla del Lago de Maracaibo (24 de julio de 1823) donde el almirante José Padilla aseguró la independencia definitiva de las actuales Colombia y Venezuela, surge una revelación de su pasado anterior a la gesta de independencia.
Por años se ha sostenido que Padilla tuvo su primera prueba o bautismo de fuego en la Batalla de Trafalgar (1805) donde la flota inglesa venció a la española tras la cual, Padilla habría sido tomado como prisionero de guerra por los ingleses.
Una investigación de la maestría en historia militar de la Escuela Militar de Cadetes con el respaldo del Centro Libertad y Pensamiento Otto Morales Benitez -Centotto- consultó los registros de prisioneros de guerra (1715-1945) digitalizados por los archivos británicos, -y encontró que Padilla estuvo preso durante tres meses en Kingston, Jamaica en 1807.
Su captura se habría producido por navegar en la fragata española de origen catalán Nuestra Señora de los Dolores -la manresana-, que transportaba pimienta, tabasco y añil.
Esta embarcación que cubría la ruta que de Cartagena de Indias o Veracruz hacía escala en la Habana para dirigirse luego a Cadiz y/o Barcelona, pudo ser capturada por corsarios o bucaneros y llevada a Jamaica,- colonia británica desde 1651-55-.
¿Por qué entonces se aseguró que Padilla había luchado en Trafalgar?
Tras la victoria de Maracaibo, Bolívar le impuso a Padilla el sobre nombre del “Nelson colombiano"; buscando no solo reconocer su gesta sino emular la victoria patriota sobre los realistas, como digna de parecerse a la del almirante Nelson sobre los españoles en Trafalgar y afianzar así la independencia y el reconocimiento internacional necesitado por las nuevas repúblicas.
Padilla fue fusilado en 1828, acusado de conspirar contra Bolívar quien temía réplicas de la pardocracia heredada de Haití y que estos liderazgos pudieran amenazar la soberanía territorial del proyecto gran colombiano.
Para compensar el infortunio de su muerte y reivindicar su nombre, los biógrafos de Padilla pudieron hilar el apodo del “Nelson colombiano de Trafalgar” para proyectar aquella batalla con un futuro heroico afín al interés de las repúblicas nacientes de contar con nuevos padres a los que debían adherirse los ciudadanos, ahora huérfanos del pasado monárquico español alterado por la independencia.
Los héroes tienen un pasado lleno de dificultades, el de Padilla fue como prisionero de guerra del que nunca habló, situacion que hoy todavía, padecen miles de personas en el mundo en medio de conflictos armados.
Padilla por su origen popular es quizá el más representativo de los héroes de la independencia hecho a pulso y forjado en tierras americanas, que no requería de la validación internacional de participar previamente en guerras europeas para alcanzar grandes resultados militares, igual que Bolívar.
Que su bautismo de fuego no se haya dado en Trafalgar sino en el caribe y en la emancipacion neogranadina, prueba la capacidad y valía propia de los líderes de la independencia si se reconoce que Padilla era un mulato hijo de negro e India wayúu y que fueron su profundo conocimiento de ríos, ciénagas y mares y la destreza en armas y embarcaciones, las que le permitieron destacarse como héroe naval y uno de los hijos del mestizaje americano que lucharon hace 200 años por una independencia definitiva.