Hace unos meses se confirmó el naufragio definitivo de la cadena Justo y Bueno. El reemplazo de estas tienda, que se fueron a pique por descalabro financiero y deudas superiores a los $135.000 millones, es la nueva cadena de tiendas Ísimo, que hacen parte de Olímpica, empresa de propiedad de los Char, la poderosa familia barranquillera.
Ísimo entró a competirle directamente a las tiendas de bajos precios D1 y Ara que son las primeras en este mercado y mueven alrededor de 15 billones de pesos en el país.
D1, mayoritariamente del grupo Santo Domingo es la reina indiscutible con ingresos superiores a los 9 billones de pesos anuales. Ara, del grupo portugués Jerónimo Martins, alcanza ingresos superiores a los 5 billones de pesos anuales.
En el mercado, Ísimo entra a jugar con inversión de 60 millones de dólares, una oferta de productos casi todos originales de empresas con tradición y reconocimiento en los almacenes de ciudades intermedias.
La estrategia de arranque del nuevo negocio de los Char es darles protagonismo y juego comercial a marcas líderes en tiendas locales. Atlántico, y en especial Barranquilla, es la plaza más fuerte. Los precios bajos los logra comprándoles gigantes volúmenes a las compañías locales sin apostar aún con fuerza por la maquila como sí lo hacen D1 y Ara.
Productos de aseo, lácteos y aceite son los más buscados y comprados en este tipo de tiendas de precios bajos. La tradicional empresa cundinamarquesa, Colfrance y la manizaleña Celema, le suministran leche, quesos y yogur.
Colfrance es de propiedad del industrial Luis Orlando Carrillo, produce lácteos y derivados desde hace más de 40 años con base en recetas y estrategias traídas de Francia donde vivió y estudió Mario Marino.
Celema, con dos plantas de producción en Manizales, Caldas, tiene una fuerte presencia en el Eje Cafetero y en el Norte del Valle. Es una compañía fundada a finales de los años 50 del siglo pasado para producir quesos y mantequillas. Posteriormente, montó el procesamiento de leche y yogur recogiendo leche en las fincas ganaderas de Caldas principalmente.
Las pastas alimenticias de marca Santali las fabrica la empresa Santandereana Icoharinas, que está moliendo trigo desde 1986. También son dueños de la marca de harina de trigo y mezcla de pankakes Paspan, conocida en los santanderes, Caldas, Valle del Cauca y Nariño.
Otro de los productos fuertes de los almacenes de cadena son las carnes frías. Las del nuevo Ísimo las fabrican cuatro empresas antioqueñas: Agrosigo, Comestibles Dan, Carnes Casablanca, Santas Carnitas.
Agrosigo, fundada en 1989, con planta de producción en Sabaneta, se encarga de las salchichas. Los jamones y las mortadelas, que se producen bajo la marca Dan, las suministra la empresa familiar del mismo nombre, fundada por judíos en 1970.
Detrás de la marca Carnelly y las carnes artesanales Casablanca está la tradicional Carnes Casablanca, empresa muy conocida en el norte del país, fundada en Medellín en los primeros años de los 80 y con presencia en el norte del país.
Casablanca prepara todo tipo de embutidos y carnes maduradas de altísima calidad. También es una de las empresas que más maquila carnes frías a los almacenes de cadena, entre ellos, los de precios bajos D1 y Ara con los que compite ahora Ísimo.
Los aceites de cocina Don Rendidor, la marca que puso Ísimo en sus góndolas, los hace Vallecaucana de Aceites S. A., que cuenta con planta en Yumbo, municipio vecino a Cali, donde muchas de las empresas más importantes del Valle han puesto sus sedes productivas.
RioValle es una de las marcas de alimentos más reconocida en Antioquia, Manizales, Armenia y Valle del Cauca. Está presente en 34 ciudades. Su amplia gama de comestibles y otros productos como aceites de oliva, leches, enlatados y frutos secos se comercializa a través de casi todos los almacenes del sur del país.
La dueña de esta marca es la paisa Megamarket, creada en 1997 y también propietaria de la marca Megahogar, especializada en productos de aseo distribuidos en varios departamentos del país.