Tres meses y medio faltan para que la Selección Colombia haga su debut en la Copa América Chile 2015 y el panorama, lamentablemente, no es el mejor. A las cuatro de la tarde (hora local) del 14 de junio, en Rancagua, los dirigidos por José Pékerman deben saltar a la cancha para enfrentar a Venezuela y, sin lugar a dudas, por ahora hay más incertidumbres que certezas en cuanto al nivel futbolístico y físico de los hombres que fueron héroes en Brasil 2014. Además debemos recordar que, por cuestiones deportivas, no llegar a jugar al menos la final sería el primer fracaso rotundo de la era del conjunto nacional bajo el timonel del argentino. Después de la subcampeona del mundo, Argentina, se supone que es la tricolor el equipo más fuerte del continente, por encima incluso del todopoderoso Brasil, el local y el siempre complicado equipo de Uruguay.
No hay que ser un genio para saber que la Selección Colombia de hoy está a kilómetros de distancia de ser la misma que jugó el partido de cuartos de final de la Copa del Mundo. De hecho, claramente, la columna vertebral del combinado patrio está pasando por su peor momento desde que don José asumió el cargo de seleccionador nacional.
James Rodríguez, figura excluyente del equipo de todos en Brasil, está recién operado y no sabemos cómo se va a llevar a cabo su proceso de recuperación. Juan Guillermo Cuadrado, por desgracia, todavía no logra convencer el paladar exquisito de Mourinho y sigue siendo suplente en el Chelsea. Falcao está viviendo lo que, seguramente, es su peor temporada en el balompié europeo desde que desembarcó en Portugal hace casi 6 años. Camilo Zuñiga no juega desde noviembre del año pasado. Armero no es tenido en cuenta en el Milán. Cristian Zapata y Balanta, quienes deberían ser nuestros centrales, no juegan en sus equipos (el primero por lesión y el segundo porque perdió el puesto en la titular). Ibarbo no se consolida en la alineación titular de la Roma. Quinterito sigue jugando poco más de 10 minutos cada fin de semana, Ramos no tiene opción de jugar en Alemania…Y así sigue la lista por lo que, dejando de lado el ridículo fanatismo que tienen muchos, estoy preocupado por no tener seguros más de 4 puestos en la titular del equipo hoy por hoy.
Pero al prender las luces no todo se ve tan oscuro. Ospina pasó a la mejor liga del mundo y está pasando por un momento envidiable en el Arsenal; Bacca la sigue rompiendo en el Sevilla y, seguramente, pronto se consolidará su llegada a Londres para conformar las filas del Tottenham; Jackson es figura en el Porto y no se cansa de hacer goles; Guarín es clave en el mediocampo del Inter; Teo la sigue metiendo en Argentina; Arias vive un presente brillante en el PSV; y algunos jóvenes que nos dejó el Sub-20, como Santos Borré, nos hacen ilusionar con sus actuaciones en el rentado nacional.
Esto no se escribe con el fin de que todos salgamos gritando por las ventanas de nuestras casas en señal de desespero pero, de cierta forma, es una invitación para que seamos conscientes de lo que está pasando con el equipo y dejemos de vivir de los recuerdos del mundial. Pékerman, por supuesto, debe fijarse en nuevas opciones para que la Selección tenga una participación digna en la Copa America donde, como es bien sabido, vamos a jugar frente a Brasil y Perú en el grupo C. Los Pedrito Franco, Jeison Murillo, Brayan Angulo, Daniel Bocanegra y Luis Fernando Muriel deben empezar a pasar de ser promesas a convertirse en realidades.
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