necesidades a través de enfoques diferentes a la autoridad, o a las normas coercitivas. En lugar de restricciones se propone fomentar la cultura ciudadana, que implica el cumplimiento voluntario de normas, la celebración y cumplimiento de acuerdos para promover la solidaridad entre los ciudadanos.
El civismo y la cultura ciudadana son elementos fundamentales para construir comunidades fuertes y cohesionadas.
En Cali, por ejemplo, hemos recibido importantes flujos de ciudadanos de todo el Pacífico colombiano. Tristemente, las instituciones no han sido capaces de abrir espacios de desarrollo e inclusión para esas poblaciones en la urbe. La cultura del narcotráfico también está enquistada y ha sido un problema superarla.
Sin embargo, proponemos que el concepto del civismo sea repensado sobre la base de estas nuevas condiciones demográficas y teniendo en cuenta que conceptos como la solidaridad y la inclusión pueden ser la base fundamental de la nueva Cali cívica.