Un mes después de que el presidente Gustavo Petro visitara la Casa Blanca se empiezan a ver algunos de los acuerdos que llegaron en las dos horas que estuvo reunido con Joe Biden. El propio secretario de estado, Anthony Blinken, anunció que se suspenderán las visas de entrada a los Estados Unidos a los oficiales colombianos implicados en casos de crímenes de lesa humanidad. Él mismo Blinken anunció que los coroneles retirados Publio Hernán Mejía Gutiérrez y Juan Carlos Figueroa Sánchez y el general Iván Ramírez Quintero, uno de los hombres más duros de la inteligencia colombiana, tendrían prohibida la entrada a EE. UU. Sin embargo estos no son los únicos oficiales a los que se les cancelaría la VISA.
El general Luis Alfonso Plazas Vega fue absuelto hace siete años de la condena que le pesaba por la violenta retoma del Palacio de Justicia en 1985. Los crímenes que le endilgaban incluían la tortura. Plazas Vega intentó hacer política bajo las toldas del Centro Democrático. Después de su frustrado intento de llegar al Congreso decidió irse a vivir a la Florida donde goza de residencia permanente. Hasta allí su pasado lo alcanzó. La absolución que le dio la Corte no cubre el crimen del maigistrado Carlos Urán, quien salió con vida del Palacio y después fue dado por muerto en el cruce de disparos entre el ejército y el M-19. La versión oficial había sido que fue asesinado por esa guerrilla. La lucha de la hija del magistrado, Helena Uran Bidergaín, ha dado sus frutos. Hace un mes le fue aprobado una demanda contra el ex oficial y todo indica en que le revocarán su residencia permanente en los Estados Unidos. Esto es una gran victoria para la familia del magistrado y un golpe mortal para el ex oficial que tiene 79 años.
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