Cuando el presidente Álvaro Uribe se posesionó el 7 de agosto del 2002 en su primer mandato, las Farc ya lo habían declarado objetivo militar. Incluso, lanzaron proyectiles hacia el Capitolio, los cuales impactaron en la llamada Calle del Cartucho cerca de la Casa de Nariño para causar terror el día de su posesión.
Durante los ocho años que duró su Gobierno, Álvaro Uribe se convirtió en la piedra en el zapato de las Farc, les causó bajas y redujo a esa guerrilla, replegándola y obligándola a aceptar las condiciones de un acuerdo de paz con el gobierno de su sucesor, Juan Manuel Santos.
Cuando Uribe salió de la Presidencia en 2010, quedó expuesto a la persecución de sus enemigos. Por eso, desde esa época, le fue asignado por la unidad Nacional de Protección, un esquema de seguridad capitaneado por el mayor de la policía Juan Carlos Arévalo Rodríguez, quien coordina las 330 personas encargadas de su seguridad y que están divididas de esta manera: el primer anillo tiene 152 escoltas, el segundo 102 policías, y el tercer anillo se compone de 80 militares. El costo de este esquema es de los 15.347 millones de pesos.
Los lugares más protegidos por sus hombres son las dos casas preferidas del expresidente, la de Rionegro, a unos cuantos kilómetros del aeropuerto José María Córdova, y el Ubérrimo, su finca favorita en Córdoba. Estos sitios permanecen constantemente custodiados, sobre todo el primero donde permanece Lina Moreno, su esposa. Cuando Uribe viene a Bogotá, pasa sus noches en la Escuela de Caballería de la Policía. En la capital, Uribe se desplaza con una caravana de 11 carros blindados. Sus hijos, Tomás y Jerónimo, tienen un esquema con 25 escoltas.
El Decreto Presidencial 1069 de 2018, en el artículo 3, establece que “para garantizar la integridad personal de los expresidentes y exvicepresidentes de la República de Colombia y su cónyuge supérstite, ellos contarán con un esquema de protección de carácter vitalicio, conformado por la Policía Nacional y la Unidad Nacional de Protección, el cual se determinará de acuerdo a los resultados del estudio de nivel de riesgo que elabore la Policía Nacional.”
Este Decreto se dio durante el gobierno de Duque ya que Juan Manuel Santos le redujo su esquema de seguridad de 330 hombres a 66, acompañados de 12 camionetas blindadas, lo que redujo el costo del mismo a 4.116 millones de pesos. Una de las primeras medidas del presidente Iván Duque fue activar el esquema original que tenía el expresidente Uribe.
Con el escándalo que rodea a la UNP y los recortes presupuestales que planea el presidente Gustavo Petro, este esquema de seguridad de Uribe podría verse sensiblemente reducido.