La acuciosa y puntal aprobación del Plan Nacional de Desarrollo - que terminó en la madrugada del jueves y viernes con la Conciliación- confirma lo que he venido diciendo en anteriores Columnas: La crisis del “Ejecutivo-Congreso” no existe, ni se ha puesto en riesgo la agenda legislativa gubernamental: eso se dice en los medios, y otra cosa se hace en las sesiones del legislativo.
Lo que se avizoraba como un candente debate, por la "escandalosa" expropiación (Artículo 55), no solo se tramitó sin contratiempos, sino que fue aprobado de manera idéntica en Cámara y Senado -sin necesidad de conciliación- quedando a juicio del lector si la compra de un predio por parte de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) –con el avalúo comercial- podría en riesgo el derecho a la propiedad, aún más cuando este Artículo no señala “literalmente” que en caso de ser un predio de utilidad pública, el propietario debe venderlo de todos modos al Estado.
A lo largo de la discusión, el Congreso se opuso con criterio a varias iniciativas del Gobierno, como el cuestionable traslado de Ministerio de la Policía Nacional, logrando eliminar este Artículo -por proposición del Senador José Vicente Carreño- porque se estaba desconociendo la tradición jurídica, administrativa y operativa de la Policía Nacional -reconocida y consultada por el resto del mundo- y que vendría a desvirtuar su enunciado constitucional de “un cuerpo armado permanente de naturaleza civil, a cargo de la Nación, cuyo fin primordial es el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas…”.
Una de las discusiones más interesantes fue la de otorgar a la población campesina, “el uso del recurso forestal y de la biodiversidad en los baldíos de la Nación” –que se encuentren en zonas de reserva- porque a juicio de la Senadora Paloma Valencia es generar una incontrolable y masiva deforestación de estas zonas, mientras que la ministra de Ambiente Susana Muhammad, asegura que es “totalmente lo contrario”, porque lo que se busca es conservar el bosque con el campesino –dignificando sus modos de vida- con una filosofía de rehabilitación y manejo forestal sostenible, lo que dio para que el Artículo 49 fuera incluido en la conciliación del Plan de Desarrollo.
La eliminación del Artículo 8 en la Conciliación –acogiendo la decisión del Senado- responde al propósito del Legislativo en impedir que las recomendaciones de Informe de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, deban ser acogidas por otros entes como la Fiscalía General de la Nación y la Justicia Penal Militar, en el entendido que sería una intromisión indebida en la Administración de Justicia, aún más con la lapidaria aclaración del Senador Humberto de la Calle Lombana, que esa disposición nunca fue incluida en los Acuerdos de la Habana, suscrito entre el Gobierno y las FARC.
Y la eliminación de una “sobretasa” al impuesto predial unificado –para financiar los sistemas de transporte- no se hizo esperar en la Plenaria del Senado, por lo modificó el Artículo 153 –acogido en la Conciliación- en el sentido de que se debían buscar otras fuentes de financiación, aún más cuando el “empobrecido bolsillo de los colombianos”, muchas veces no alcanza para pagar su predial, mucho menos para cubrir esa sobretasa, con el agravante que esta disposición se hubiese convertido nada más ni nada menos que en una injusta adición al Estatuto Tributario.
- Coletilla. Con el Artículo 102 de la Conciliación –Equidad prestacional y de bienestar en los diferentes rangos de la Policía Nacional- se acumulan dos proposiciones del Senador Carreño, para la nivelación de la prima de actividad de la Policía Nacional; y el subsidio familiar mensual de Nivel Ejecutivo y patrulleros, incluido además como factor salarial para la pensión y asignación de retiro, y que igualmente pasan para segundo debate como proyectos de ley en la Plenaria del Senado.
