El exalcalde de Medellín Alonso Salazar se reunió hace dos semanas con un grupo de compromisarios del Partido Verde, entre los que se encontraban Carlos Ramón González, el concejal de Bogotá Antonio Sanguino y Alfonso Prada. En esta reunión se hizo un acuerdo básico para que el asumiera la vocería del partido y actuara como su copresidente, pacto que los compromisarios deberían poner a consideración de la dirección nacional, mientras Salazar viajaba a Honduras a cumplir con un compromiso previamente adquirido con el Banco Interamericano de Desarrollo.
Sorpresivamente ni Prada ni González defendieron ante la dirección nacional el acuerdo al que se había llegado y por el contrario cambiaron buena parte del contenido. En particular González se echó para atrás en la idea de cambiar al secretario general (que es cercano a él), con el argumento de que no se podría sacar a sombrerazos, y éste, como se puede ver en la carta que Salazar le envió al Partido Verde, no es bien visto.
Total, por falta de confianza, el fajardismo vuelve a quedar en los márgenes del Verde.