La IA camina silenciosamente a pasos agigantados generando unos impactos de impredecibles consecuencias, especialmente en el mundo del trabajo. Gran parte del sector privado es el primer afectado, pero sus trabajadores carecen de un nivel organizativo que permita generar las protestas, o llamados de atención del caso. Por lo menos en Colombia así ocurre. Cuando la inteligencia artificial,y la robotizacion llegue al sector público otro gallo tendrá que cantar. Es el único sector del trabajo donde hay mayor fuerza organizativa, y donde por demás se producirían verdaderas masacres laborales cuando la IA empiece a reemplazar a los funcionarios públicos. Gran reto de precario movimiento sindical nacional esos retos del horizonte llenos de incertidumbre. Este escenario deberá implicar una verdadera protesta a nivel mundial de todos los trabajadores del mundo para que se regularice el tema por los gobiernos. Ya el sistema judicial está siendo capturado por la inteligencia artificial y los jueces podrían ser reemplazados por la inteligencia artificial, de hecho ya hay países donde su sistema judicial está siendo operado por la IA y, los docentes estarían corriendo el mismo riesgo. Sin duda que el tema es un poco apocalíptico, y corresponderá no solo a los gobiernos sino a los científicos sociales, al movimiento sindical e incluso a los líderes religiosos su abordamiento, porque está en juego el mismo sentido de la vida. Momento histórico que demuestra que la ciencia y la tecnología no son absolutas y deben de ser controladas y reguladas por las ciencias sociales.
