Una semana propicia para reflexionar, a propósito de “puros” e “impuros” … ¿Una casta de fariseos en Redes Sociales?
Hoy es muy común hallar entre los internautas -digo, entre los internautas, porque, no he tenido el gusto de conocer alguno en persona- esa casta de “puros” que se autodenominan como los “tradis” o tradicionalistas. Posan, dentro de la Iglesia como un grupo separatista. Además, como los adalides en la defensa y conservación de la “tradición”.
En este caso los “impuros”, señalados por los “tradis” como “progres”, o progresistas; le dan un tinte político, trazando lo que hoy está de moda como “líneas rojas”, con las que pretenden hacer presencia en la Iglesia “ideologías”. Es decir, los de derecha, representados en los “tradis” -tradicionalistas o conservadores- y, los de izquierda representados en los “progres” -liberales o progresistas-.
Esto ha levantado un muro entre quienes alegan que hay que preservar la “tradición, y quienes alegan que la Iglesia debe avanzar de acuerdo a las demandas de nuevas generaciones que, sin trasgredir los principios de la doctrina -Evangelio- si deba, abrirse a nuevos retos de evangelización, teniendo en cuenta, los cambios en la estructura mental de las diferentes sociedades; y, cómo se vienen mezclando las culturas, verbo y gracia el avance de las comunicaciones. Señalando de “modernismo” -concepto ideológico surgido entre los años 1890 y 1910. Considerado, como una amenaza a la tradición de la Iglesia, al interpretar que, el mundo debería avanzar hacia la masificación del capitalismo.
Prácticamente, toda propuesta que fuera considerada como liberal y demócrata, tratara sobre libertades y derechos entre otras, se consideró tentativa de infiltrar la tradición de la Iglesia.
Hoy, los “tradis” y los “progres” en las Redes Sociales, se disputan la parcelación de terrenos ideológicos, en una mezcla “político-religiosa”, con tintes parecidos, con el pensamiento y actuar de los fariseos antiguos.
La similitud en las épocas, en ambos casos los extremos, llevan a ideologizar la doctrina, y a crear espacios de segregación entre los mismos miembros de la Iglesia. Algo así, como “puros e impuros”, por considerarse en esquinas diferentes por su forma de actuar o pensar, y por la forma de vivir en comunión con la Iglesia. Recordemos que, los "tradis” de la época asesinaron a Cristo, por considerarlo en cierta forma "progre".
Para argumentar esto, podríamos tomar ejemplos como, la parábola del buen samaritano, el encuentro de Jesús con la mujer del pozo, el centurión romano, el caso de la adultera, el encuentro en casa del publicano, entre muchas más situaciones. Jesús, pone por delante el principio de caridad, ante las colonizaciones ideológicas, con las que mantenían privilegios de poder político sobre el pueblo, que, además, Roma les permitía.
Estamos lejos de aquella época, pero, las comunicaciones han levantado un enorme muro, para dar paso a un proselitismo errático e ideologizado. Esto, sin desconocer que del otro extremo -polarización-, también se cae en el proselitismo del relativismo.
Esto no es una problemática extramuros en la Iglesia, luego...
¿Cómo buscar una medida equilibrada?
¿Son las Redes Sociales, el campo propicio de discusión?
¿Quién podría darle forma a la discusión?
¿Quién establece el uso correcto de las redes en torno a la Iglesia?
Y usted… ¿de qué lado está?