Paris Hilton en 2009 compró a un “teacup pig” (cerdo tacita de té). En aquella ocasión la celebridad comentó que había visto pequeños cerditos adoptados como mascota y que le encantó la idea. Por esa razón se fue a internet, buscó y encontró alguien que le vendiera un animalito de estos “Son maravillosos y no van a pesar más de 6 kilos” contó en aquella ocasión.
Desde mediados de los años 80 se impuso en el mundo la moda de adoptar cerdos como mascotas, la cual se disparó en las dos décadas siguientes luego de que algunas celebridades como George Clooney siguieran dicha tendencia. Ahora bien, no se trata de cerdos comunes sino de “Mini Pigs” que al español se traduce como mini cerdos, los cuales pueden ser de diversas especies, siendo el cerdo vietnamita la principal, pero la característica que los hace populares es su tamaño, el cual permite tenerlos en casa sin problema alguno, como si fuera un perro o un gato.
Sin embargo, hay que tener mucho cuidado a la hora de optar por una de estas mascotas pues suele suceder que su tamaño no es el originalmente prometido y de esta manera un animal que llega pesando 6 kilos, al cabo de dos años termina convertido en un cerdo de 300 kilos. Ello sucede cuando quienes lo venden son personas inescrupulosas que en su afán por el dinero no tienen problema alguno en ofrecer un cerdo convencional, haciéndolo pasar por un mini cerdo. Cuando esto pasa, el cerdo en cuestión suele ser abandonado o sacrificado y para evitar que esto suceda lo mejor es conocer a los padres del cerdo en cuestión y asegurarse que éstos ya están en su etapa adulta.
Así le ocurrió a los canadienses Steve Jenkins y Derek Walter, quienes adoptaron una pequeña cerdita de 1.4 kilos que nombraron Esther, y dos años después de pequeña no tenía nada pues pesaba 227 kilos. “No queríamos creerlo, pero a los cuatro meses era obvio que sería más grande de lo que nos imaginamos. Crecía tres cuartos de libra por día, y todavía sigue creciendo”. Sin embargo, ellos se enamoraron de Esther y a diferencia de muchos, decidieron no solo que no la abandonarían sino que abrieron una granja en Campbelville, Ontario en dónde tanto Esther como otros cerdos y demás animales abandonados pudieran vivir. De esta manera fue como han recibido donaciones de personas de 40 países alrededor del mundo que ya suman 400.000 dólares para apoyar su proyecto. Para hacer que la granja sea autosuficiente, planean abrir en ella un hostal y un restaurante vegetariano de comida cultivada en la granja, en dónde los huéspedes puedan interactuar con los animales.
No obstante, no todos actúan como ellos cuando se encuentran con un mini cerdo que no resulta ser lo prometido. En España el abandono de cerdos vietnamitas supone un problema ambiental pues estos se han cruzado con jabalíes generando así un híbrido que se convirtió en una especie invasora y altera los ecosistemas llegando a causar daños por toda Europa avaluados hasta el momento en 12.500 millones de euros.
Si aun así, usted insiste en tener uno de estos como su compañero, entonces tome todas las precauciones al respecto, sea consciente que se trata de una vida que no puede abandonar a su suerte, y asegúrese de comprarlo a criadores comprometidos, pues finalmente éstos son los que en primera instancia tienen la responsabilidad del mencionado problema ya que son quienes traen a estos animales al mundo. En Colombia su precio oscila desde $1.500.000 hasta los 2 millones de pesos.
Ah, por cierto. El “teacup pig” de Paris Hilton no pesó los 6 kilos que dijo. Aquí podemos verla con su mascota en 2011:
