La reunión que se realizó en la tarde del pasado jueves 16 de marzo en la sede de Proantioquia en El Poblado, la corporación que reúne a un buen grupo de empresarios paisas en la que el GEA –Grupo Empresarial antioqueño- pesa, empezó con tensión.
Era la primera vez, en siete meses de gobierno, en que Gustavo Petro viajaba a Medellín, donde perdió abrumadoramente, teniendo como gran aliado al alcalde Daniel Quintero, quien ha mantenido una pugna abierta con los empresarios del GEA. El Presidente quiso contar con la presencia de Quintero en la reunión, pero los empresarios no aceptaron, razón por la cual, como respuesta de la Casa de Nariño, tampoco estuvo el gobernador Aníbal Gaviria que estaba en la lista de invitados de Proantioquia.
Se trató de una reunión protocolaria, por cumplir, en la que ni el Presidente ni los asistentes se sintieron en confianza y por tanto abundaron los temas generales y no las polémicas y para ciertos sectores privados, conflictivas reformas que hacen tránsito en el Congreso. Jorge Mario Velásquez, la cabeza de Cementos Argos y de la junta directiva de Proantioquia dio las palabras inaugurales y el Presidente prefirió irse por las ramas con generalidades e ir incluso a afirmar su distancia del ex Presidente Santos por no haber impulsado la industrialización del campo.
El viaje del Presidente a Medellín fue la disculpa de la Casa de Nariño para justificar el monumental retraso del Presidente quien había convocado a las 5 pm a un gran encuentro a la Plaza de armas para radicar la reforma laboral y llegó a las 8 pm cuando los asistentes habían partido. El acto protocolario quedó reducido a la entrega del documento al Presidente por parte de la ministra del trabajo Gloria Inés Ramírez.
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