¿ Habían alguna vez escuchado o leído sobre personas que desean infectarse de VIH con el fin de poder tener relaciones sexuales sin ningún tipo de protección para que así sea más fácil poder acostarse con personas que participan en orgias masivas con el fin de contraer dicha enfermedad ?
¿Suena muy loco verdad? Pero así como lo leen es una realidad latente que en muchos países del mundo se viene practicando desde hace años.
Supongo que este tipo de particular adrenalina llena los vacíos emocionales de personas que no se dan cuenta sobre el grave problema que esto acarrea, es una especie de “visión” que refleja la falta de amor propio por ciertas desviaciones sexuales casi parafílicas, mostrando que por la vida no tienen ningún respeto, es una sentencia de muerte, un tipo de suicidio colectivo.
El bugchasing (en español, persecución del bicho) es una forma de barebacking traducido al español como sexo a pelo , osea sin ningun tipo de protección, en la que generalmente, hombres homosexuales buscan tener relaciones sexuales sin protección con otras personas infectadas por el VIH con la intención de contraer el virus.Los individuos que participan en esta actividad se llaman bugchasers, mientras que las personas que tienen el VIH y deciden contagiar al bugchaser reciben el nombre de giftgivers (literalmente, "regaladores"). El bugchasing es una forma de autolesión.
El término proviene de la jerga empleada por algunos miembros de la comunidad LGBTI, ya que el VIH recibe el nombre de "el bicho" o "el bichito" en algunas comunidades.
Cabe aclarar que no todas las personas que hacen parte de la comunidad LGBTI tienen estos extraños gustos, y sin duda esta crónica que leen no está realizada con la intención de faltarles el respeto a miembros pertenecientes a estos grupos, solo lo hago para evidenciar otras caras que el ser humano tiene y que millones de personas no tienen idea que existen.
Algunas personas perciben el bugchasing como una actividad "intensamente erótica" y perciben el acto de infectarse mediante "la follada de la muerte" como el "tabú definitivo, el acto sexual más extremo de todos".
Por otra parte, muchas personas que no tienen el virus y tienen una relación con alguien infectado persiguen la infección porque es la única manera mediante la cual garantizar la supervivencia de esta relación, especialmente cuando la persona que tiene VIH en la relación quiere terminarla para evitar infectar a la persona que no tiene el virus.
Durante la última década, investigadores han tratado de documentar, explicar y darle una solución al bugchasing.
DeAnn Gauthier y Craig Forsyth 1999, escriben el primer artículo académico.
Ellos exploraron una tendencia emergente en el mundo gay que evitaban los condones, y el desarrollo de una subcultura bareback. También observaron a través de su investigación que algunos barebackers estaban en busca de contagiarse con VIH.
El doctor Richard Tewksbury fue uno de los primeros investigadores en encontrar pruebas reales de bugchasing en línea donde los bug chasers usan Internet para buscar parejas con VIH. En su investigación más reciente, concluyó tras un profundo análisis, que los bug chasers y los gift givers se asemejan en sus comportamientos, actitudes y demografía.
La nueva generación de jóvenes es la que más debe enfocarse en evitar dichas “modas” ya que se ha podido ver que el internet en esta época cambia la manera de pensar de los jóvenes por el simple hecho de seguir retos que los hagan virales y así ser reconocidos o para poder pertenecer a ciertos grupos.
La soledad y falta de información en el hogar, colegios y universidades sin duda juega un papel fundamental a la hora de crear hábitos saludables en medio de tanta ola de desinformación.
En Youtube existe un documental en inglés sobre esta práctica, llamado The gift que a su traducción en español significa: El regalo; en éste pueden adentrarse en las mentes de los protagonistas, siguiendo la cuenta regresiva para que nuevos bug chasers sean infectados en fiestas denominadas de “conversión”.
Dichas fiestas consisten en asistir a lugares privados donde por medio de plataformas digitales como facebook, y otras páginas de encuentros casuales se distribuyen las invitaciones para vivir tal experiencia, por lo general son hombres homosexuales de 20 a 45 años que buscan contraer el virus. En este tipo de eventos no existe ningún tipo de obligación, se hace por gusto, no se suelen utilizar condones ya que el objetivo es contraer el VIH. Hay zonas donde pueden encontrar condones que son usados en caso que se arrepientan de ello. Entre 40 y 50 hombres se citan para dar rienda suelta a sus más bajos instintos, donde no existen límites que prohíben absolutamente nada.
Dichas fiestas siguen celebrándose en Estados Unidos y en el resto del mundo pese a los riesgos que esto entraña. La realizadora Louise Hogarth denunció estas prácticas sexuales en el documental The Gift, filme que desterró la idea de que estas celebraciones no eran más que una leyenda urbana.
Como lo dije anteriormente dicho documental puede esclarecer todas las ideas no resueltas que tengan sobre este tema. The Gift se acerca a estas fiestas promovidas desde los años 90 por un grupo de la comunidad gay estadounidense e investiga las distintas razones por las que algunos jóvenes se sienten seducidos por la enfermedad. Sin duda, la película recoge duros testimonios: Ken, el joven que se define feliz por ser finalmente seropositivo y no tener ya que preocuparse por el contagio tras participar en estas fiestas; en el otro extremo se sitúa Doug, de 19 años, que quiso paliar su soledad en San Francisco y formar así parte de la comunidad de seropositivos.
El documental se exhibió por primera vez en el Festival de Berlín del año 2003. La razón por la que vuelve a estar de actualidad es porque estas fiestas siguen celebrándose en Estados Unidos y en otros países, hecho por el cual la realizadora y su productora Dream Out Films ejecutan una labor de prevención contra ellas en redes sociales.
En Colombia también existe este tipo de problemática como lo dije al principio por seguir retos virales sin ningún tipo de reparo ante algo tan delicado. Los niños y adolescentes son la mayor población en riesgo poniendo en redes sociales este tipo de “desafíos”. Retos bajo el cual los jóvenes buscan relaciones sexuales, sin protección, con personas que tienen VIH, desafiando el contagio.
“Les ofrecen una píldora para el día después aduciendo que tener el contacto con ellos no llevará ningún riesgo si se toma la píldora evitando el contagio”, manifestó María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle.
Aunque sí existe una píldora para evitar infectarse de VIH, esta no actúa tomando una dosis al día siguiente. Por eso depende mucho que los padres de familia y/o personas que están a cargo siempre estén atentos y muy pendientes de lo que hacen los jóvenes y niños en internet.
Es inevitable que cierto tipo de información no sea vista o leída, sobre todo en tiempos donde por medio de plataformas como facebook, tiktok e instagram se ven aberraciones de personas escondidas en perfiles que parecen inofensivos pero que en el fondo son adultos disfrazados de niños y adolescentes para hacerlos entrar en espirales de las cuales muchas veces no podrán salir.