En septiembre de 2018, el abogado David Teleki tuvo que hacer una excepción forzosa en su rutina como abogado litigante. Llegó a la Fiscalía, pero no a asistir a alguno de los clientes, sino una a rendir una entrevista que debió resultarle incómoda. En la bitácora de visitantes a la cárcel Nacional Modelo su nombre figuraba al lado del de su colega Álex Vernot, quien resultaría condenado porque, según la justicia, le ofreció un millonario soborno a un testigo en el sonado caso Hyundai.
Los dos y Carlos Toro, también jurista, aparecían en los registros como visitantes de Luis David Durán Acuña, un nombre que fue abogado de Carlos José Mattos y se convirtió luego el testigo estrella en su contra. Acuña aseguraría por esos días que Vernot le ofreció dos millones de dólares para que desistiera de declarar contra Mattos, sindicado de haber repartido sobornos en despachos judiciales para verse favorecido con repartos y decisiones en un publicitado proceso en el que estaba en juego sus intereses como antiguo representante en Colombia de la compañía automotriz.
Vernot sería condenado, pero sus acompañantes quedaron libres de apremios porque supieron explicar que habían estado en la cárcel acompañando a un amigo con el que alguna vez crearon una especie de cofradía de egresados de la Facultad de Derecho de la Universidad Externado de Colombia.
David Teleki y Jessi Quintero
Teleki, que ahora hace parte de la cuerda de abogados de Nicolás Petro, hijo del presidente de la República, también se ha movido con habilidad en otros casos en los que encontró obstáculos que parecían insalvables. Por ejemplo, él fue el defensor de Jessi Quintero, procesada por la muerte trágica del estudiante de la Universidad de los Andes Luis Andrés Colmares. Casi que, contra toda evidencia, Quintero fue absuelta.
El abogado alternará como asesor jurídico de Petro hijo con el también penalista Juan Trujillo Cabrera. Trujillo tomó en sus manos el caso de la turista alemana Rebeca Linda Marlene Spröße. -que también dice ser periodista-, expulsada del país después de haberse sumado a la “primera línea”, eje promotor de las protestas de 2021 que incluyeron violentos choques con la policía, la muerte de casi un centenar de personas y la destrucción de infraestructura pública.
Trujillo consiguió en febrero pasado que las autoridades revocaran la expulsión de la alemana, con lo cual ésta pudo regresar a Cali, ciudad en la que murió su novio durante las manifestaciones de protesta social,
El litigante hace parte de un grupo de abogados que, a partir de aquellos hechos, se denomina la “primera línea jurídica”. A ese equipo pertenecen también Miguel Ángel del Rio, defensor de la excongresista Aída Merlano; Augusto Ocampo y Daniel Mendoza Leal.
Después de que su padre pidió a la Fiscalía que lo investigara a raíz del destape hecho en su contra por su exesposa Daysuris del Carmen Vásquez. Nicolás Petro ha privilegiado su defensa penal. Esa parece ser la razón por la que hasta este lunes 13 de marzo no se había notificado de la investigación disciplinaria abiertamente simultáneamente por la Procuraduría General de la Nación, en su calidad de diputado a la Asamblea del Atlántico y servidor público.
Nicolás Petro y Miguel Ángel del Rio
Inicialmente consideró la posibilidad de contratar para su defensa al propio Miguel Ángel del Rio. Pero como éste estará ahora al frete de la contraofensiva anunciada por Aida Merlano, el delfín Petro habría Optado entonces por abogados de la misma línea y dio con los nombres de David Teleki y Juan Trujillo Cabrera.
Coincidencialmente, los dos que captan por estos días la ayer atención, el suyo y el de Aida Merlano, tienen como eje a Barranquilla. Allí Nicolás Petro habría recibido $1.000 millones de manos de Samuel Santander Lopesierra (el ‘Hombre Marlboro’) y de Gabriel Hilsaca, hijo de Alfonso ‘el Turco’ Hilsaca. Y allí mismo fluyeron los recursos con los que, según Aida Merlano, fueron lubricadas las maquinarias políticas de los Char y de otras influyentes familias de la costa.
La coincidencia viene al caso porque en las cuerdas de abogados de ambos hay un marcado petrismo y porque el ruido mediático que pueden producir las anunciadas “revelaciones explosivas” de Aida Merlano podrían atenuar el generado por el encarte que enfrente el delfín presidencial.
Así, el regreso fácil y expedito de Aída Merlano al país, fruto de un acuerdo entre los gobiernos de Nicolás Maduro y de Gustavo Petro, reviste un especial interés coyuntural. Los abogados lo saben bien.
Vea también:
