La liberación de los policías retenidos o secuestrados en el Caquetá, baja en algo la tensión en la región, pero el país continúa en efervescencia: el escándalo producido por el hermano y el hijo del Presidente Gustavo Petro, las protestas en las principales ciudades de la costa Atlántica contra la Reforma a la Salud, el paro de mineros en Caucasia, el reclutamiento de menores y la violencia en el Cauca, además de la presión de Estados Unidos por la lucha contra la coca, son entre otros, los graves problemas sociales que tienen al país a punto de explotar.
San Vicente del Caguán. Desde la mal recordada zona de distención no se veía tanta gente de las altas esferas del gobierno en San Vicente del Caguán, injustamente estigmatizado por todo lo relacionado con la violencia; ayer desfilaron los ministros del Interior, de Minas, Defensa y Gobierno y se estuvo esperando al Presidente de la República, en la búsqueda de la liberación de 78 policías y 6 contratistas, algo que se logró antes de la llegada del mandatario, quien suspendió el viaje y prometió visitar la próxima semana la zona de los pozos, incendiada durante las protestas campesinas de ayer.
Tal parece que los campesinos se cansaron de tantos desplantes por parte del gobierno nacional y la petrolera Emerald Energy que no han cumplido, entre otras cosas, con la pavimentación de 42 kilómetros de vía hacia los Pozos, destruida por los gigantescos tracto camiones que sacan el crudo desde el Caquetá hacia el interior del país. En la zona el petróleo solo ha generado pobreza, destrucción de vías y violencia, a pesar de los anuncios en el sentido de que se están invirtiendo cuantiosos recursos en el departamento.
A nivel nacional el escándalo producido por el hermano Juan y el hijo Camilo, Diputado en la costa, acusados de introducir dineros del narcotraficante alias Marlboro a la campaña del Presidente Petro, obligó al mandatario a solicitar una investigación por parte de la Fiscalía y a acogerse al veredicto; mala cosa para lo que se está tramitando en el Congreso.
Y precisamente contra la Reforma a la Salud, como está planteada, están presentándose protestas en Santa Marta, Barranquilla, Cartagena de Indias y Valledupar y se preparan otras para el interior del país.
En Caucasia Antioquia, los mineros tradicionales también están protestando y lo hacen como ya es de moda, bloqueando importantes vías hacia el centro del país. Otra talanquera contra la las políticas presidenciales.
En el Cauca donde la violencia no para, las disidencias y los helenos están reclutando menores, según denuncias de la Defensoría del Pueblo y de las comunidades indígenas. Ya van alrededor de 150 niños reclutados en lo que va del presente año.
Y para colmo de males, E.U. que no ve con buenos ojos la política antinarcóticos de Petro, ya está gruñendo por las estadísticas que están mostrando un auge inusitado en la producción y comercialización del alcaloide. Más leña para el fuego porque el Presidente John Biden bien podría quitar las ayudas que su país le entrega a Colombia para esa lucha.
Tal parece que las reformas prometidas por el Presidente Gustavo Petro Urrego, Salud, Justicia, Pensional y Tributaria, están a punto de empantanarse por una especie de conflicto social no declarado públicamente, porque no se sabe o no se quiere decir, si alguien o algunos están buscando torpedear las reformas prometidas en campaña y que el Presidente se ha apresurado a presentar; así como están las cosas y a pesar de que nos puedan tildar de amarillistas, si no hay un verdadero consenso nacional, el país podría estar a punto de explotar.