Desde que Faustino Asprilla anunció su retiro del fútbol profesional por allá en el año 2004, hartos han sido los negocios en los que ha incursionado intentando aumentar su fortuna. El exjugador creó su marca de condones, tuvo una marca de vinos y entre sus emprendimientos sorprendió con una bebida energizante a base de borojó. La mayoría de ellos no le dieron los resultados esperados y al final tuvo que acogerse a la reorganización de deudas; pero hubo otro negocio que le quitó más plata que los anteriores, y fue su matrimonio.
En una reciente discusión con sus compañeras de trabajo en el canal ESPN, el Tino aseguró que el peor error que cometió fue haberse casado por allá en el año 1992 con Catalina Cortés. Todo empezó porque sus colegas le pidieron que no hablara sobre relaciones porque el nunca había tenido una seria; y él aprovechó para contar su experiencia conyugal que, según sus palabras, terminó en desastre.
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"Yo sí me casé, por si no lo sabia. Me casé y tuve un hijo que se llama Santiago. ¿Usted por qué cree que me quitaron toda la plata que tengo... o tenía? Cometí ese hijuep... error" fueron las palabras que le dijo a sus compañeras. Claramente el jugador lo dijo a modo de burla; pero entre chiste y chanza la verdad se asoma, diría el dicho.
— Martín Arias (@martianarias4) March 2, 2023
Así las cosas, parece que el peor negocio que pudo haber hecho Faustino Asprilla fue haber contraído matrimonio. Cuando se separó de Catalina Cortés en 1996, estaba en uno de los mejores momentos de su carrera futbolística; y sí o sí tuvo que darle una buena suma a la mujer para liquidar la sociedad conyugal.