Hace unas semanas las declaraciones de Hugo Ospina daban verdadero terror. El líder máximo de los taxistas amenazaba con bloquear los accesos a los aeropuertos, cercar las ciudades como si fuera un ejército invasor. Lo que pedía el gremio era que el gobierno prohibiera Uber y todas las aplicaciones que podrían ser en el futuro mas cercano una competencia que acabara con sus intereses.
La convocatoria se hizo el 22 de febrero. En la madrugada se presentaron algunos bloqueos en el sur, en la autopista norte, y pensamos que iba a ser el verdadero pandemónium, pero nada de esto sucedió.
Como se ve en estas imágenes los taxistas, ante el primer conato de amenaza de multas, grúas y hasta el uso de la fuerza por parte de la policía decidió recular. Hugo Ospina no se vio por ninguna parte. Ahora están sentados con el ministro de Transporte: