Es un sistema tan poco querido por los caleños porque no les resuelve sus necesidades de transporte, obligados a buscar otras formas de transporte con lo cual Cali se ha convertido en el reino de las motos. Pero, además, se sabe que es un nido de corrupción en donde los operadores hacen lo que quieren, hasta millonarios demandas que tienen quebrado el sistema.
En medio de este caos, el alcalde Jorge Iván Ospina pretende que el consejo se apruebe uno millonario presupuesto sobre vigencias futuras para reestructurarlo. La desconfianza de los caleños en su alcalde es tal que lo único que creen es que allí hay gato encerrado y el caos no lo van a resolver ni los políticos ni los burócratas. Desde uno de los buses Mapi Velasco explica.
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