Este es el preocupante escenario en el cual el gobierno Petro pretende acabar con un modelo de salud que ha demostrado, pese a algunas deficiencias, ser uno de los mejores del mundo:
Una vez presentado el texto, el colombiano del común logra entender por qué la ministra de salud era renuente a mostrarlo antes de radicarlo en el Congreso. La falta de sustento técnico es tan notoria que varios ministros, compañeros de la prepotente ministra, le entregaron un estudio realizado con sensatez y seriedad como contrapropuesta a su reforma, escrito que fue desestimado por aquella, dando muestra de su carácter autoritario y de su total desconocimiento del valor que el diálogo y la concertación tienen dentro de una real democracia.
Uno de los argumentos del gobierno para adelantar la reforma y desaparecer las EPS era la situación crítica de estas cuyas deudas totales, según el mismo, era de $50 billones al finalizar el 2023, lo cual resultó ser una más de sus cotidianas salidas en falso. Resulta que una veeduría ciudadana encontró inconsistencias en los datos y determinó que la deuda realmente era de $23,3 billones. Esa deuda, en gran parte corresponde a deuda corriente de las EPS que están actualmente en funcionamiento, $5 billones a las que están en liquidación y $1.7 billones, a las liquidadas por parte de la propia superintendencia. ¡Qué gran confusión la que han creado en la gente![1] En algunos otros datos suministrados por el gobierno existe una clara falta de rigurosidad, lo que proviene de la improvisación por llevar a cabo en el menor tiempo posible su nefasta reforma.
Preocupa además conocer cómo va a realizarse la transición, pues no se trata tan solo de bienes y servicios, se trata de la salud y la vida de los colombianos la que está en juego. Cualquier reforma, más si tiene que ver con la vida de las personas, debe contener estudios previos con diseños y datos serios, rigurosos que la justifiquen, que generalmente son los que se incluyen en la exposición de motivos del proyecto de ley correspondiente. Además, debe ser discutida y concertada con la población que, al fin y al cabo, es la que va a recibir su impacto. No se puede tratar con tanta simpleza, por ejemplo, el hecho de que existen enfermedades catastróficas, tratamientos severos, enfermedades huérfanas, cirugías en tránsito que, de no tener continuidad en su tratamiento, podrían estar inundando de visitantes las funerarias y de dolor a muchas familias colombianas.
Una inquietud más de los colombianos es conocer con qué infraestructura se cuenta para desarrollar la reforma. Se pregona por parte del gobierno que cada CAP (Centro de Atención Primaria) que se pretende construir deberá estar en capacidad de atender por lo menos a 20.000 colombianos. Un ejercicio de aritmética simple nos da como resultado que, siendo cerca de 50 millones la población colombiana, se requeriría algo más de 25.000 CAP para atender la necesidad en salud de la totalidad de los colombianos. Adicionalmente, éstos deberán estar dotados con instrumentos, medicamentos, equipos médicos y profesionales de la salud de diferentes niveles para ponerlos en funcionamiento. Teniendo en cuenta que actualmente solo existen 40 CAP en Colombia, ¿está el gobierno en capacidad logística y la economía colombiana en capacidad financiera suficiente para lograr la construcción y dotación de los restantes?.
Respecto de los recursos con los que se cuenta, llama la atención que en la exposición de motivos del proyecto de marras no se encuentre el concepto fiscal que obligatoriamente debe emitir el ministro de hacienda. Esto sucede porque no se cuenta actualmente con el cálculo de los recursos necesarios para la inversión y el gasto que conlleva cambiar nuestro sistema actual por uno nuevo que comienza en cero y sobre la base de una improvisación total.
Negar que un sistema de salud como el nuestro (basado en la equidad, la inclusión, la solidaridad y la protección financiera), es uno de los mejores del mundo, es tratar de cubrir el sol con los dedos. Según el Ministerio de Salud, la Organización mundial de la Salud (OMS) ubicó el sistema de salud de Colombia en el puesto 22 entre 191 países, por encima de Canadá (30) y EE. UU. (37).
Contrariando a la ministra Corcho, que ha asegurado que el país tiene el "peor sistema de salud del mundo, el último Índice en Salud del diario The Economist destaca las cualidades de nuestro sistema de salud. La publicación del 11 de octubre de 2022 tiene en cuenta 37 indicadores sobre las herramientas de los gobiernos para reducir la inequidad en estos sistemas y promover la inclusión. Colombia se ubicó entre los mejores lugares. En el indicador que evalúa la inclusión a partir de las políticas de gobierno, el país se posicionó en el top 10 con un puntaje de 86.9 en 13 indicadores que medían la salud como prioridad y derecho, monitoreo de inequidades del sistema, impuestos al alcohol y el tabaco, grupos vulnerables de la población, guías de consumo saludable, entre otros. En este sentido, Colombia ocupó el sexto lugar después de países como Tailandia, Canadá, Corea del Sur, Reino Unido y Francia. Otro de los indicadores tenidos en cuenta es el gasto de cada hogar para el acceso a salud, teniendo en cuenta que entre mayor sea el costo, menor inclusivo es su sistema. Bajo esta medición el país obtuvo un puntaje de 67.9, 4 puntos por encima del promedio de los países del estudio. Acá Colombia se destacó en cuanto a inclusión en el sistema y empoderamiento en la formulación de políticas.[2]
Michel Janna Ph.D. Economía Northwestern U y presidente del Autorregulador de Mercado de Valores en Colombia, en twitter publicados el 16 de enero de 2023 sostiene que sólo Perú, entre 204 países, tiene un sistema con mejor calificación y menor gasto que Colombia. Al sistema de salud colombiano le va bastante bien en comparaciones internacionales de cobertura efectiva (medición que combina cobertura y calidad) por gasto per capita. Según Janna, hay muchos latinoamericanos con peor calificación y mucho más gasto: Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, México. Finalmente, pronostica que el riesgo de una mala reforma de salud es terminar como este segundo grupo.
[1] La República. 19/01/2023.Temas de conversación. Improvisación y falta de rigurosidad. Mauricio Santa María. Presidente de Anif.
[2] Portafolio. Economía. Noviembre 8 de 2022. Sistema de salud en Colombia, entre los 10 más inclusivos del mundo.