El Consejo Nacional Electoral comienza a publicar, a cuenta gotas, los resultados de las elecciones locales y del referéndum de este domingo en Ecuador, marcados por una participación de más del 80%. Sin embargo, una tendencia fuerte emerge de estos comicios, el regreso en fuerza de los partidarios del expresidente Rafael Correa.
La fiesta que tenían preparada nunca se dio. La alcadesa saliente de Guayaquil no se dejó ver mientras el Partido Social-Cristiano no se acababa de creer que había perdido su feudo de 30 años, la ciudad de Guayaquil y su puerto. Peor aún, la prefectura también será asumida por una exministra de Rafael Correa.
El panorama es igual en la capital dónde debería imponerse el correista Pabel Muñoz a la alcaldía y seguir en cargo la prefecta, los dos pertenecientes al movimiento de la Revolución Ciudadana.
Aunque sus líderes históricos están en la cárcel o en fuga y que Rafael Correa ha sido condenado hace tres años por corrupción y privado de sus derechos cívicos, el movimiento ha logrado mantenerse, a diferencia de los partidos tradicionales.
El objetivo de los correistas es ahora tomar el control del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, el organismo que nombra a las autoridades de control del país y que no es conocido por hacer alarde de mucha independencia durane la época de Rafael Correa.
Mientras tanto, el presidente, Guillermo Lasso, parece haber perdido su apuesta de recuperar algo de control político frente al congreso opositor. Por más que las cifras sean todavía provisionales, las ocho preguntas de su referéndum han sido por el momento rechazadas por los electores.