Después de la cumbre de los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro, faltaba el encuentro de las dos primeras damas, ambas protagónicas con sus esposos presidentes. La venezolana Cilia Flores tuvo la iniciativa y Verónica Alcocer la atendió sin reparos. Acompañada por una pequeña comitiva, la gran ausente fue la Ministra de cultura Patricia Ariza quien ha debido ser la primera en montarse al avión, sabiendo que la visita iba a girar alrededor del Sistema Nacional de Orquestas y Coros. En su representación viajó el reconocido músico, hoy vice ministro Jorge Zorro, a quien Petro le encargó la tarea de formación de corales infantiles y juveniles de música clásica en todo el país, uno de los sueños del presidente.
Zorro fue nombrado directamente por el Presidente en el mismo trino en que formalizó la designación de Patricia Ariza como ministra, con la tarea específica, dada su historia en el Conservatorio de música de Tunja.
Verónica Alcocer llegó al Aeropuerto Simón Bolívar de Caracas vestida de un vestido negro de cóctel y tacones altos, -no exactamente un atuendo de trabajo- para reunirse con Cilia Flores en el Palacio de Miraflores quien la recibió de sastre. Visitaron el Centro Nacional de Acción Social por la Música donde estuvo Jorge Zorro, el delegado del ministerio de la cultura; las acompañó la vicepresidenta Delcy Rodríguez y la ministra de Igualdad, Diva Guzmán. No se vio al embajador Armando Benedetti ni nadie de la diplomacia colombiana en Caracas; se sabe que la relación Alcocer-Benedetti no es buena, desde tiempos de la campaña.
La primera dama continúa en su plan de manejar su agenda propia por fuera de los conductos oficiales y avanzar en acuerdos de iniciativa personal, sin tener aún una ruta de acción clara.