El rey de los textiles de México, Rafael M. Kalach Mizrahi, no logró salvar a Coltejer, la emblemática textilera paisa que llegó a tener 33 plantas y un edificio símbolo en Medellín. El día de ayer informó que finalizó de forma unilateral los últimos contratos laborales que tenía vigentes.
Kalach Mizrahi le compró la textilera a Carlos Ardila Lulle en el 2007, quien la vendió a regañadientes pues poseer Coltejer había sido su sueño juvenil, casado con la antioqueña Eugenia Gaviria, se propuso adquirirla, y lo logró en 1978 cuando la empresa contaba con 16.000 trabajadores.
Coltejer comenzó ceder terreno, se cerraron fábricas y en 2001 entró a proceso de reestructuración de deuda con una reducción de planta de personal a 1.500 y pérdidas mensuales de $ 12.000 millones. La búsqueda de comprador dio frutos con Rafael M. Kalach quien le pagó a Ardila, USD 118 millones en el 2008, a través del Grupo Kaltex, asumiendo los pasivos laborales con un cruce con los activos forestales que habían logrado una importante valorización.
Sin embargo, la empresa que había logrado un 2019 unas ventas netas de $ 141.906 millones, se vio muy afectada por la pandemia del Covid19. En diciembre de 2020, el Grupo Kaltex tomó la decisión de cerrar la operación de la histórica planta de Itagüí, y dedicar el área a proyectos inmobiliarios y el arriendo de bodegas. Su operación se trasladó a la sede de Rionegro.
En México la situación del Grupo Kaltex no pasa por buenos momentos, luego de un impago de su deuda en abril del año pasado, requirió de varios intentos para llegar en octubre a un acuerdo con sus acreedores, a pesar de esto, el pasado diciembre, Fitch Ratings anunció el retiro de calificaciones a la empresa pues no tenía acceso suficiente a su información.
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