Después de una semana de haberse presentado deslizamientos y afectaciones por el río Bojayá y sus afluentes, no se ha dado una respuesta a las comunidades afros e indígenas perjudicadas.
Los órganos municipales dieron su voz de alerta y las comunidades de la cuenca siguen a la espera de ayuda, en especial de la recuperación del punto "vive digital" en la comunidad indígena del Lana, de la reubicación de escuela postprimaria de Pogue y de la pérdida en cultivos de plátano, entre otros enseres. La tala de bosques y el control de basuras han influido en este tipo de casos afectando el caudal de los ríos y así generando cambios climáticos.