La ministra Irene Vélez, cabeza de uno de los sectores más críticos para el gobierno Petro no ha logrado después de seis meses consolidar y poner a andar su equipo. Su relación con sus dos viceministros es tensionante y arrancó el año pidiéndole la renuncia a la viceministra de Energía, Belizza Ruiz. Se trata de una profesional con solvencia técnica con un post doctorado en energías renovables con cuyo nombramiento en septiembre pasado se buscaba meterle el acelerador a la transición energética. Tenía a su cargo los temas de hidrocarburos, energía eléctrica y combustibles líquidos.
En lo que hay coincidencia al interior de Ministerio es que la ministra Vélez no tiene en cuenta a los viceministros y los desautoriza, prefiriendo invitar a las reuniones a los directores, con los que tampoco tiene relaciones armónicas. Hace unos días le solicitó la renuncia al director de hidrocarburos, Camilo Rincón, un experto que dependía del viceministerio de energía y llevaba cuatro años y medio trabajando en temas de explotación petrolera especialmente en la política de explotación offshore (costa afuera).
Se espera que, dada la situación, también se le pida la renuncia al viceministro de Minas, Giovanni Franco Sepúlveda, ingeniero de minas y metalurgia de la Universidad Nacional, quién estaba a cargo de asegurar la producción sustentable de los minerales y de la formalización con oportunidades para la minería tradicional.