Las noticias dan cuenta de que este miércoles el poeta, narrador y traductor cubano Delfín Prats Pupo fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura 2022 por su destacada obra.
"El galardón más importante de las letras cubanas fue entregado a Prats, por su obra que resalta sensualidad y delicadeza y un empleo singular de la metáfora para tratar hechos, personajes y leyendas universales"
Delfín Prats es cubano. Nació en Holguín en 1945 y por muchos años se desempeñó como traductor de ruso. Él es considerado uno de los más importantes poetas de su país.
Su libro Lenguaje de mudos ganó el premio David de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, pero fue censurado. Entre sus obras destacan Para festejar el ascenso de Ícaro y El esplendor y el caos. También, Cinco envíos a arboleda (1991), Abrirse las constelaciones (1994), Lírica amatoria (1994), Striptease y eclipse de las almas (2006), Exilio transitorio (2009), entre otras.
En diciembre de 2022 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura 2022, el reconocimiento más importante de las letras cubanas.
Le conocí en La Habana cuando fui invitado a la Feria del Libro en 2011. Fue mi amable anfitrión durante tres días inolvidables. Discreto pero buen conversador, me enseñó su Habana, no como un turista, sino como un cubano más. De ese encuentro quedó la siguiente entrevista.
En homenaje a su trabajo publico esta entrevista que le hice en La Habana.
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Es un hombre sencillo, amable, que vive en Holguín antigua provincia de Oriente en Cuba. Es un ser humano que sabe ser cordial y asegura que “ya escribió lo que iba a escribir”. Lo dice con humildad, sin pretensiones. No cree ni se le nota vanidad, la que en ocasiones tienen aquellos que ejercen el oficio de la tinta hecha palabra y de ahí su modestia que lo hace más grande aún.
Antes de mi viaje a Cuba lo contacté por Internet y nos prometimos un encuentro a mi llegada. Y así fue. Un abrazo como de viejos amigos fue el principio de una amistad que espero perdure en el tiempo.
Yo debía de ir a la UNEAC, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y Delfín me propuso hacer el recorrido a pie, conociendo un poco de su Habana, observar con detenimiento las calles, la gente, la dinámica de la ciudad.
En la Uneac, los saludos para él eran constantes, amables, de respeto, se notaba que era admirado, pero sobre todo reconocido, respetado.
Nos sentamos en una banca y le pedí que me permitiera grabar la charla. Aceptó y este fue el resultado.
Para quienes queremos empezar a conocerle, ¿quién es Delfín Prats?
He nacido allá, en la provincia de Holguín. Soy de origen campesino y nací prácticamente con la revolución. Cuando la revolución triunfa yo tengo nada más que doce años. Estudie y logré cierta formación, luego me bequé para acá para La Habana y más tarde me dieron una beca para estudiar en la Unión Soviética en donde permanecí un tiempo aproximado de dos años.
Soy una persona que no tiene muchas pretensiones, soy muy accesible y vivo allá en Holguín. Allí soy miembro de la UNEAC, Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Trabajo y hago lo poco que creo que quede por hacer de mi obra pues considero que lo que iba a escribir ya lo escribí.
Soy alguien que considera que en la poesía uno no debe ser muy prolijo, entre menos textos tú tengas, pero que sean textos que den en el calvo, porque, como hemos podido observar en estos días se escribe mucho pero no siempre se escribe aquello que pueda perdurar en el tiempo. Creo que la labor fundamental del escritor debe ser tratar de que de alguna manera su escritura sea perdurable.
¿Cómo se descubre escritor?
Siendo muy joven. Cuando estaba en la Unión Soviética ya tenía inquietudes por escribir, pero todavía no había hecho nada. Fue a mi regreso acá a La Habana, que yo comienzo a trabajar en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en donde laboraba como traductor de ruso y entonces ahí yo empiezo a escribir lo que sería una decisión con conciencia de que estaba escribiendo y que lo que escribía puede servirle a alguien, puede cumplir alguna función.
¿Cuáles son las motivaciones iniciales para la escritura?
En mi caso, yo creo que es el amor. El amor y la vida en el sentido amplio de la palabra. Se escribe porque se vive y vives en contacto con los seres humanos y vives en una ciudad y esa ciudad forma parte de tu mundo, de tus textos, de tu escritura. Tú llevas esa ciudad en ti, esos espacios tú los llevas a la escritura, los circunscribes a tus textos de la misma forma que un pintor, lo hace en el cuadro, tú haces lo mismo en la página.
¿Qué es lo más difícil en el construir la poesía, en hacerla?
Pienso que lo más difícil de la poesía es escribir sonetos y décimas y buscar ritmas y esas cosas. En mi caso como yo he cultivado el verso libre, el verso blanco, no tengo ese problema. Pienso que si hay dificultades. La dificultad mayor que tiene alguien que se inicia en la escritura es el hecho de que hay una enorme cantidad de textos de otros escritores anteriores a ti que son muy buenos y tú te sientes como deslumbrado y entonces, existe el reto y ver cómo tú logras que algún texto tuyo sea al mismo tiempo diferente de los textos de los otros escritores que te precedieron y al mismo tiempo que digan algo, que tengan calidad, que es algo muy difícil de precisar.
En este mundo tan mediático, en el que la gente va tan aprisa y no se sabe por qué, uno se pregunta: ¿para que sirve la poesía?
Yo tengo la ventaja de vivir en un mundo con menos complicaciones de ese orden. Pero bueno, la poesía si sirve; creo que ayer, tú y yo, de una manera muy epidérmica ya nos referíamos a esto.
La poesía sirve. ¿Por qué sirve? Porque tú no escribes para tí mismo, o aunque escribieras para ti mismo en una primera instancia hay una segunda instancia en la que ya tu poema va dirigido a alguien. Tiene ya un propósito y cuando lo publicas, absolutamente ya conviertes el poema en un bien común y entonces, yo creo que sí, que la poesía sirve más allá de las razones académicas, más allá de los medios de difusión, más allá de todo, sirve para despertar en el ser humano las mismas inquietudes que motivaron en ti la escritura del poema: el amor, la vida, la belleza, los valores de la sociedad que hacen perdurar a la especie como tal.
¿Cuál es la ventaja de ser escritor en Cuba? Me contabas algunos aspectos importantes, en especial lo que tiene que ver con la publicación.
Bueno, yo no soy un escritor profesional. Pero te decía ayer que en Cuba existen las mejores condiciones.
Has observado durante estos días cómo aquí se le presta una enorme atención en primer lugar a la educación, que es el primer paso para formar buenos lectores. Luego, a las personas que escriben se les da una serie de ventajas. Se les publican sus libros, se les paga por la publicación de los libros, tienen foros en los que ellos pueden participar y leer sus poemas, tener eventos diversos, comunicarse con el público, viajar al extranjero, entablar relaciones con otros, tener acceso a internet y comunicarse con sus homólogos en otras latitudes, como hemos hecho tú y yo, o sea, que me parece que aquí existe un gran margen de libertad para la creación artística y literaria.
Me produjo gran emoción ayer que estuvimos recorriendo la Cabaña ver tanto joven interesado en los libros y en lo que dicen los escritores.
Eso es producto de lo que hace un momento yo me refería y es el sistema educativo. Hay un sistema educativo que forma a la juventud y la juventud indudablemente se motiva. La Feria del Libro, más que un hecho de carácter comercial como podría ser, es un suceso de carácter cultural en la que esta involucrada toda la población, pero la juventud, por supuesto, como lo vimos ayer, es la más motivada, la que tiene mayor incidencia.
¿Qué sabe mi país, Colombia?
(Risas) Yo creo que Colombia me gusta mucho. Sé muy poco de Colombia, vaya que de verdad sé muy poco. Lo que he podido leer como a García Márquez, yo soy un lector empedernido de García Márquez, creo que he leído toda su obra. Y tengo algunas amistades.
Lo que uno sabe de otros países es poco, porque mientras tú no veas, la realidad allí; mientras —qué se yo— el caso de Colombia es sui géneris por lo que todos sabemos. Por la… —noto que busca la palabra que no ofenda, que no incomode a su entrevistador— por la…, este digamos las inquietudes que a cada rato conmueven el mundo social de ese país.
Pero yo en realidad me he aproximado a Colombia por medio de la literatura. Yo no s0lo he leído a García Márquez, sino también a algunos poetas colombianos. Es un país que yo amo mucho, es uno de los países de Latinoamérica que más me atrae. Quizá con México, sea el otro país que también me gusta mucho.
Cuénteme de sus viajes al exterior. ¿Dónde ha estado llevando su palabra?
Yo estudié en Rusia pero después volví en 1989 a un Festival Pushkin. Me pareció interesante. A mí me sucede una cosa, que yo no estoy apto para soportar las largas lecturas de poesía. ¿En los festivales qué sucede? Que uno conoce mucha gente.
Al que fui, Festival Pushkin, conocí poetas de China, de Japón, de Vietnam, de Turquía, conocí una gran gama de poetas y posteriormente viajé a Madrid a un encuentro de escritores cubanos que se llamó “La isla entera” y que reunió a escritores cubanos, tanto de la emigración, como los residentes en Cuba. Estuvimos presentando ponencias, leyendo textos, en un ambiente absolutamente ajeno a las especulaciones políticas más radicales, en una realización de confraternización entre unos y otros de tal manera que esgrimir la cultura como un vehículo superior de unión de los seres humanos y no como un arma más en las batallas de la política diaria. Es lo que me parece que debe ser. La cultura es tan grande, tan alta; la poesía tan elevada que debe servir más que nada para eliminar diferencias entre los hombres.
Delfín, ayer me decía que usted no ha vuelto a producir… ¿por qué?
Yo escribo muy poco y escribo poco por la simple razón de que yo considero que ya escribí una poesía y que esa poesía me defiende y que como nunca pretendí ser un escritor profesional, un poeta de oficio, yo estoy contento con eso que tengo.
Cada vez que intento hacer algo nuevo, o no me sale como es, o no llega a los momentos que en otras épocas había logrado en la escritura. Parece que logré hacer algo que se saliera de la línea general y que me representara a mí individualmente que fuera una poesía individual de mi personalidad, de mi intimidad, de mi modo de ver el mundo.
No podemos concluir esta charla sin que me diga un poema de su autoría. Con voz que le dicta su intimidad, Delfín recita…
Humanidad
Hay un lugar llamado humanidad
un bosque húmedo después de la tormenta
donde abandona el sol los ruidosos colores del combate
una fuente un arroyo una mañana abierta desde el pueblo
que va al campo montada en un borrico
hay un amor distinto un rostro que nos mira de cerca
pregunta por la época nueva de la siembra
e inventa una estación distinta para el canto
una necesidad de hacer todas las cosas nuevamente
hasta las más sencillas
lavarse en las mañanas mecer al niño cuando llora
o clavetear la caja del abuelo
sonreír cuando alguien nos pregunta
el porqué de la pobreza del verano y sin hablar
marchar al bosque por leña para avivar el fuego
hay un lugar sereno un recobrado y dulce lugar
llamado humanidad
Le pido un saludo para mis compatriotas. Vamos a tomar un poco de té dice y mientras caminamos habla: “Vamos a enviarle desde aquí, de la UNEAC, desde el corazón de La Habana, un saludo cariñoso a todos los colombianos, a todo el mundo que es capaz de ver la belleza de la vida, de ver la hermosura que puede haber en un poema, la capacidad que tiene la poesía para cantar la belleza y la buena voluntad humana”.
Le doy las gracias por sus palabras mientras el hombre que está a cargo del té nos tiende dos vasos humeantes…