En entrevista con Félix de Bedout, en la emisora W Radio, propiedad del grupo Prisa, el periodista Hernán Peláez se fue lanza en ristre contra Caracol Radio, también de Prisa, por la salida de Gustavo Álvarez Gardeazábal del programa La Luciérnaga. Para Peláez, el nuevo director “fue utilizado para poder deshacerse de Gardeazábal”.
Esto fue lo que dijo el exdirector de La Luciérnaga:
“Yo sabía que el día que me fuera, el más débil iba a ser Gardeazábal por la estabilidad que iba a tener. Yo lo traje, Trabajé nueve años con él; no digo que lo hice radialmente, pero se acomodó bastante a lo que yo esperaba, pero yo estaba seguro que cuando yo me fuera lo iban a sacar. ¿Y por qué no lo sacaron cuando yo estaba?: porque la empresa también me conocía, que si lo sacaban, estando yo, me iba con él, como lo hice cuando me fui con Artunduaga. Entonces la empresa hizo la más fácil: ‘esperemos que este veterano se vaya, y cuando él se vaya, ¡tan!, sacamos a Gardeazábal’. Y así fue. Ahora lo que si me molestó y lo tengo que decir, es que la empresa no dio la cara para sacar a la persona, usted lo dijo hace un rato hablando con Salazar, que las empresas eran libres de contratar a su personal, de removerlo, meterlo, sacarlo ¡las empresas, las empresa! Yo creo que a Caracol ahí le faltó seriedad en pasar una carta o el presidente de la cadena llamar al señor Gardeazábal y decirle: ‘mire Gardeazábal, muchas gracias, no va más, pero pusieron a Gustavo Gómez que no tenía velas en el entierro a que lo sacara y que después Gómez inventara esa historia que era que no le convenía…
No nos podemos engañar, lo sacaron porque a la empresa no le convenía tenerlo. Y usted sabe y perdone que me extienda, usted sabe que todas estas empresas quieren estar bien con dios y con el diablo; el dios es Santos, el diablo es será otro. Pero quieren estar bien con el Estado porque al fin y al cabo son frecuencias licenciadas por el Estado, entonces mal harían las empresas ponerse a pelear con quien les dio la oportunidad de trabajar.
Me parece ¡fatal!, la forma como Caracol Radio manejó la salida de Gardeazábal. No se lo merecía, era cuestión de decencia pasarle una carta oficial, firmada por el presidente de la cadena o por Prisa o por el que fuera, pero no mandar razón telefónica. Eso no lo hizo Caracol, eso es falta de decencia empresarial.
Para mí y para el programa era pieza fundamental Gardeazábal. Pero es que la empresa no puede decir, de un día para otro, ‘ese no sirve’. ¿Cómo? ¿Entonces después de nueve años de trabajo no le sirve? Entonces explíquenlo. Creo que Gustavo Gómez fue utilizado para que sacara y armara su equipo como quisiera y finalmente lo armó como él quiso.
Cuando usted me dice que había algo de Gardeazábal, que había rumores y cuentos… mire en este país varios periodistas se han lucrado y se han apoyado en el Estado a través de conseguir emisoras, de conseguir noticieros de televisión, de manera que no vengamos ahora que el único, el malo, era Gardeazábal. Yo por eso digo, cada vez que por ejemplo, Daniel Coronell, habla en sus columnas y critica a Gardeazábal, yo también digo, cada vez que alguien quiere mortifica a Coronell, le recuerda que fue amigo, o socio, no sé porque no me consta de Perafan y de César Villegas. De manera que aquí se tienen que hacer pasito, todo ese grupo de periodistas, de vacas sagradas, que han estado, buscando y lucrándose o apoyándose o apoyados en el Estado, eso si no me puede usted decir que no”.