Durante su visita al municipio de Uribia en La Guajira, el presidente Gustavo Petro reconoció el fracaso del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) durante sus cuatro meses de gobierno; periodo en el que han muerto 20 niños Wayuu por desnutrición. Petro declaró que esto se debe a la ineficiencia por parte del ICBF que no ha presentado un programa serio y claro para esta región que históricamente se ha quedado corta a la hora de atender las necesidades de niños y adolescentes.
El presidente le envió un mensaje directo, que sonó a regaño, a Concepción Baracaldo, directora del ICBF, quien se encontraba con él en Uribia y le reprochó no haber invertido aún en La Guajira, el mismo error que se cometió durante el gobierno Duque y le exigió hacer un programa que suministre agua potable y no únicamente bienestarina.
No es el primer problema que ha tenido Concepción Baracaldo que ha estado en el ojo del huracán en solo tres meses que lleva en el cargo. Su presencia a las regiones del país ha sido casi nula y tampoco se ha presentado en los debates sobre la niñez que han tenido lugar en el Congreso donde inclusive pusieron su fotografía en una silla vacía alegando su ausencia reiterativa.
Concepción Baracaldo llegó al cargo sin experiencia, pero con la recomendación por la primera dama Verónica Alcocer de quien es cercana ya que son vecinas en el conjunto Santa Ana II ubicado en Chía.