En su primer viaje internacional, mando un mensaje a la compañía aérea Alitalia encargada de suministrar el avión para pedirles que retiraran la cama que regularmente se dispone para los pontífices durante largos viajes internacionales. El Papa decidió viajar sentado como cualquier cristiano y voló en un Airbus 330 y no en el tradicional Boeing 777, uno de los mejores de la flota. En lugar de los costosísimos champagnes franceses, el avión de Alitalia llevará para el Papa y su comitiva cajas del Prosecco DOC Brut, “One & Only” Single Vineyard cosecha 2012 que cuesta 8 Euros y lo puede consumir casi que cualquier ciudadano europeo.
Estos son otros de los lujos a que tendría derecho el Pontífice de la Iglesia, a los que ha dicho NO!
En solo cuatro meses el Papa Francisco ha enviado un mensaje de humildad que los millones de católicos del mundo han entendido bien. Estos son algunos de los principales lujos que ha rechazado el sumo pontífice.
Este lujoso auto Mercedes Benz negro que estaba dispuesto para transportarlo a su residencia en el vaticano. Prefirió transportarse en un Ford Focus, uno de los vehículos más modestos de la flota papal.
El Papa móvil estaba previsto para sus desplazamientos públicos en el Vaticano. El Papa ha preferido incluso desplazarse a pie.
Cerró el lujoso apartamento situado en el tercer piso del palacio pontifical y se instaló en la casa de Santa Marta, una residencia modesta, de paredes amarillas, 100 m2, sobriamente amueblada y con tan solo tres habitaciones.
Fiel a su estilo austero, se negó a utilizar los costosos zapatos rojos y color violeta que utilizaba su antecesor Benedicto XVI y que tradicionalmente son usados por el jefe de la iglesia católica de acuerdo con las tradiciones papales, y por el contrario opto por llamar personalmente a su zapatero de confianza en Buenos Aires para pedirle que le arreglara sus zapatos negros de siempre.
En el mismo sentido, ordenó tajantemente quitar una estatua suya puesta en el jardín de la capital Bonaerense “Saquen eso de ahí de inmediato” le dijo Francisco a la curia de Buenos Aires cuando se entero de la excentricidad. También rechazó la mención al hombre del año que le hizo la edición italiana de la revista Vanity Fair, pues en sus propias palabras su trabajo no está dedicado al éxito personal sino a Dios y a la humanidad con la mayor humildad y sin esperar reconocimiento alguno.
“Llego a Río en unas horas y mi corazón está lleno de gozo porque dentro de poco estaré con ustedes para celebrar la XXVIII JMJ”
Foto Portada: A Tarde