Imposible que el actual gobierno, que fue capaz por un decreto de echar para atrás el día sin Iva del 2 de diciembre, y que sigue echando generales de sus filas, no vaya a dictar otro decreto dejando sin valor la autorización a la Armada y la Anla de construir un centro de guardacostas en Gorgona con muelle de 170 metros y alojamiento para un grupo de 28 personas. Pero como hasta ahora no lo ha hecho, crece la protesta nacional contra el crimen ecológico que va a cometerse en la isla de Gorgona, que fue salvada para la conservación de la naturaleza luego de servir de cárcel ignominiosa.
La idea nació como secuela de la locura gringa de combatir el narcotráfico en los mares de Colombia y no en las narices de los ciudadanos norteamericanos. En el afán de conseguir auxilios y subsidios de los Estados Unidos,la Armada consiguió en 2015 que la Anla le autorizara construir y operar una presunta restauración de la última estación de apoyo marino que se mantuvo hasta varios años después de la batalla que la madre del exsenador Jorge Robledo Castillo ganara calladamente para que Gorgona fuese una isla refugio de la naturaleza.
Hildebrando Vélez y su hija la ministra de Minas
quizá logren que la ministra de Ambiente
impida las obras destructoras de la ecología de la isla
Desde que se conoció la noticia, las organizaciones ambientalistas y los buzos mudos que la visitan de cuando en vez han armado el alboroto para conseguir que el gobierno de Petro derogue la autorización. Hasta hoy no lo han conseguido. O existe un compromiso con los antiguos gringos perseguidores de drogas alucinógenas o el moralismo de nuevo cuño que se ha apoderado del Ministerio de Defensa para poder echar generales y almirantes con la misma facilidad con que se cambian unos calzoncillos ,se los impide. Pero estoy seguro que el poder de Hildebrando Vélez y de su hija la ministra de Minas y Energía serán capaces de interceder no para convencer a Petro (a quien muy pocos convencen) sino para presionar que la ministra de Medio Ambiente logre impedir que en enero comiencen las obras destructoras de la ecología en la isla de Gorgona y se salve un rincón único de la naturaleza colombiana
