La política de transición energética, marcada por un fuerte sesgo ideológico, ha llevado al presidente Gustavo Petro a creer que su voz es la única que suena razonable entre las de los presidentes de más de 180 países del mundo en los que el petróleo juega un papel fundamental para las economías.
Así lo percibe José Fernando Isaza, expresidente de Ecopetrol y uno de los analistas con mayor credibilidad en los mercados. Para él, el mensaje de Petro y la falta de preparación de su ministra de Minas son fantasmas que ahuyentan a los inversionistas y generan una creciente incertidumbre.
Isaza cree que pensar en acabar el petróleo y sustituirlo en la balanza económica con productos como el aguacate has, es casi tan costoso y absurdo como pensar en acabar con la humanidad. Sobre todo, en momentos en que la OPEP anuncia que la demanda del crudo crecerá por lo menos hasta 2035.
El exministro y expresidente de Ecopetrol habla claro en esta entrevista: