La dinámica política, o la política dinámica… en fin.
Hacen carrera en el nuevo gobierno relaciones impensables, cuando apenas, hace unos meses atrás Uribe refiriéndose a Petro dijo: “El doctor Gustavo Petro es un hombre muy inteligente”.
Pese a la embestida visceral de los francotiradores del CD, y el periodismo prepago, las estrategias del nuevo gobierno, no dejan de sorprender desde las diferentes esquinas políticas.
Apenas si se posicionaba Petro, Uribe anuncia visita y dialogo, como señal de reconocimiento al nuevo mandato que se iniciaba. Pero este gesto no queda ahí, recientemente Uribe manifiesta: “Hay que reconocer que el presidente Petro ha sido coherente”. Y Lafaurie expresó: “Petro nunca engañó, ha hecho lo que dijo que iba a hacer”. Esto en el marco de los 100 días de gobierno.
Podemos pensar muchas cosas al respecto de declaraciones como estas, pues, lo acostumbrado eran los torpedos lanzados por quienes aseguraron: “Petro jamás será presidente”. Y es probable que haya cierto desconcierto entre sus seguidores, en razón, de los movimientos políticos del nuevo gobierno y los acercamientos en torno a diferentes fuerzas políticas, en aras de dar el primer empujón a lo que fue propuesto desde su campaña como Paz Total y Perdón Social.
Entonces, pueden surgir interrogantes como: ¿por qué Maduro y Venezuela como garantes del proceso con el ELN y más, la instalación de la mesa en Caracas? ¿Por qué Lafaurie como negociador de parte del gobierno con el ELN? ¿Cómo sentar en una misma mesa personajes tan antagónicos? ¿Qué afinidad puede existir entre Maduro y Lafaurie?
Regresemos a la frase de Uribe: “El doctor Gustavo Petro es un hombre muy inteligente”. Aunque, la expresó en su momento en un contexto totalmente contrario a lo que pudiera ser una relación enmarcada en el dialogo y la diplomacia, le asistió razón, en la forma como Petro ha escogido desde su gabinete, hasta, el recorrido que conlleva su programa de gobierno. Por ejemplo, el acercamiento con Lafaurie, derrota, los trovadores de la expropiación y aleja del panorama político y social este fantasma y caballo de batalla en su contra. Pues, lo que quedó más que claro, es que, el gobierno si puede proponer compra de tierras fértiles y sus poseedores vender. Es decir, constituye una negociación y no una expropiación, contrario a lo que los medios de desinformación venían martillando desde la campaña del 2018.
Pero, en tanto al proceso de paz con el ELN podemos preguntarnos: ¿Por qué Maduro y Lafaurie? La respuesta puede ser más sencilla de lo que imaginamos, si tan solo, nos detenemos a pensar en la estrategia que constituye poner a trabajar por la consecución del propósito de paz, a dos actores antagónicos al mismo. Por un lado, Maduro que ha sido encubridor de las acciones del ELN en su territorio como una respuesta a las políticas de ultraderecha en Colombia. Al llevar los diálogos al seno del gobierno venezolano, en lugar de encontrar un encubridor, lo pone a trabajar del lado del gobierno, como facilitador de paz.
Exactamente igual, sucede con José Félix Lafaurie, quien responde al llamado de Petro: “Fedegan no puede negarse al llamado del presidente” y en otra intervención refiriéndose a los 100 días de gobierno afirmó: “No tengo queja del gobierno”.
¿Qué puede señalarnos estos movimientos?
Que Uribe, también un hombre inteligente, que Lafaurie, indudablemente lo es. Que Colombia ha transitado por un siglo de violencia brutal y que la PAZ para ser total y conveniente a todos, es necesario acordarla entre los enfrentados, porque es innegable, que todos han sido victimarios y victimas a la vez.
No podemos seguir transitando el camino de la sangre, la venganza, y los odios. Es hora de pensar en qué país le heredaremos a las generaciones del próximo siglo. Entre tanto, se van viendo aislados los actores de la violencia verbal, la mentira, la calumnia y la difamación, pues, el pueblo está a la expectativa de resultados. Y en la medida en que estos se produzcan, la reconciliación entre las partes será el primer paso para un país con futuro, diferente, de si Petro o Uribe, Maduro o Lafaurie. Es un triunfo de la sociedad entera.
Celebro, la inteligencia, como único camino para entender el significado del perdón social.
