El médico Amaury García Burgos no se percató que un Renault 18 blanco, destartalado y sin ventanas, lo perseguía desde Montelíbano en Córdoba. Había sido un día agobiante, llevaba encima la responsabilidad de representar al Presidente César Gaviria, en la junta directiva de Cerro Matoso del jueves 4 de marzo de 1993 en la que había hecho un álgido reclamo: ¿que se habían hecho los USD 14 millones de las regalías de la explotación de níquel en Cerro Matoso que debían haber llegado a las arcas del arcas del departamento? Una pregunta que pisaba más de un cayo y que aún hoy sigue sin responderse.
Después de la espinosa reunión, Amaury García regresó a su casa en Montería. En la mitad del camino aprovechó para llevarle a Susana Burgos, la prima con la que se casó con veinte años, los envueltos de maíz que tanto le gustaban. La última orden que le daría a su escolta, Arcesio Manuel Rodríguez Lambertine, era que parara el campero Trooper en la esquina donde siempre los compraba. Estaba tan distraído conversando con la gente del pueblo que no vio avanzar los cuatro hombres que, con fierro en mano, se bajaron del Renault 18 y lo obligaron a regresar a su camioneta dándole le orden de seguirlos por un camino destapado. Allí lo encontraron al lado de su escolta, cada uno con cuatro tiros en la cabeza. Nunca se supo quién dio la orden. La única certeza que dejó la investigación fue el origen de los sicarios, Medellín, de donde se habían desplazado con la orden de matar al reconocido médico y también dirigente del partido conservador. Todos querían a El Patojo como llamaban. Al consultorio de Amaury García llegaban igual pobres y ricos, desde enfermos que no podían pagarse una consulta hasta la élite de Montería.
Aunque Amaury García creció cómodamente en Cereté, llamaba la atención su austeridad. Muchos de sus compañeros encontraban en la medicina una oportunidad de buenos ingresos que invertían luego en ganadería, su vocación era otra: servir a la gente. A falta de ginecólogos y obstetras en Córdoba, decidió especializarse en el Memorial Hospital Garfield en Washington. De regreso al país, su interés por servir a la gente lo condujo a la política con el ex Presidente conservador Mariano Ospina Pérez, como fuente de inspiración. Tenía en mente su actuación en aquel momento crítico de la historia: El Bogotazo. Otro de sus referentes era su tío quien se convertiría después en su suegro, Remberto Burgos Puche, un respetado abogado convertido en el jefe máximo del partido conservador en el departamento que había contribuido a fundar y quien se convirtió además de orientarlo fue quien convenció al presidente Carlos Lleras Restrepo de nombrarlo gobernador de Córdoba en 1966. Tomaba así forma la que se convertiría en la poderosa distancia política conservadora del departamento.
Amaury García Burgos dio vida al Burguismo de la mano de su tío y suegro Remberto Burgos
Empezó entonces a hablarse del ‘Burguismo’ con Amaury García a la cabeza. El también conservador Misael Pastrana Borrero, después de su polémico triunfo presidencial sobre el General Rojas Pinilla en las elecciones de abril de 1970, no dudó en ratificarlo como gobernador de Córdoba. El salto a la política nacional resultaba casi natural y el médico llegó al senado donde repitió por cuatro períodos hasta que renunció en 1984 para aceptar ser ministro de Salud del presidente Belisario Betancourt y luego viajar como embajador a Suiza.
La muerte de su suegro, tío y mentor, Remberto Burgos Puche en 1990 lo colocaron automáticamente como dirigente máximo de las toldas azules en Córdoba. La nueva Constitución del 91 afectó a los congresistas elegidos que fueron obligados a renunciar a su curul y volver a lanzarse. Amaury García fue uno de ellos. Estaba lista su magistral campaña al Senado en 1994 con Julio Manzur como fórmula a la Cámara cuando las balas le truncaron trágicamente su camino. La llamada a sucederlo era su hija Nora, pero la decisión de asumir las banderas le tomó tiempo.
Amaury García acompañado de su esposa Susana Burgos e hijas María Mercedes y Nora
Once años después del asesinato de su padre, Nora García, ya casada con Marcos Pineda Cabrales, decidió en 2002 lanzarse a la Cámara de Representantes en un momento en que la región estaba ahogada por la violencia y los paramilitares, con Salvatore Mancuso a la cabeza, eran una fuerza en ascenso con el apoyo de buena parte de la población acorralada por las Farc. Una nueva figura, el exgobernador de Antioquia Álvaro Uribe Vélez, con gran arraigo como ganadero en Córdoba con su Hacienda El Ubérrimo, logró unir a la clase política sin distingo de partidos. Nora García formó parte de las listas de su primo liberal Miguel Alfonso de la Espriella Burgos pero terminó quemada. La época dorada del Burguismo parecía ser asunto del pasado.
El apoyo abierto de Miguelito de la Espriella, como lo llamaban en Córdoba, a Salvatore Mancuso y haber sido uno de los firmantes del Pacto de Ralito que confirmaba el matrimonio entre políticos y paramilitares para las elecciones legislativa del 2002, lo enterraron definitivamente, cerrándole no solo cualquier horizonte político, sino que también terminó condenándolo y llevándolo a la cárcel. Su prima Nora García no tuvo más opción que buscar futuro con los amigos de infancia de su papá Amaury García en Cereté. Llamó a la puerta de Julio Alberto Manzur quien aspiraba al Senado y le dio el segundo reglón de su lista a la Cámara de la que salió ganador José de los Santos Negrete.
El paramilitarismo arrasó con todos y tanto Julio Manzur como Negrete fueron a dar a la cárcel. Sería entonces la oportunidad de Nora García para estrenarse en el Congreso y con un golpe de suerte, en mayo del 2007, pudo ocupar la curul en la Cámara de José de los Santos Negrete como suplente durante cinco meses y veintidós días. El Burguismo saboreaba de nuevo las mieles del poder.
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Con un pie puesto en el Congreso y ya curtida, Nora García quiso anclarse en la política local y puso la mira en la alcaldía de Montería. No para ella sino para su hijo Marcos Daniel Pineda y empezó a construir lazos con Álvaro Uribe, a quien los cordobeses habían apoyado masivamente a la presidencia de la República dos periodos consecutivos. Un respaldo que fue premiado cuando muchos en Montería terminaron en Bogotá ocupando cargos en el Gobierno Nacional. Entre ellos Marcos Daniel Pineda, a quien Álvaro Uribe había visto crecer y recién se había graduado de administrador de empresas en la Universidad Sergio Arboleda.
Nora García preparó a su hijo Marcos Daniel Pineda para la alcaldía de Montería en 2008
Marcos Daniel Pineda entró como asesor del ministro del Interior Fernando Londoño con lo que empezó una carrera vertiginosa dentro del Uribismo que coronó con su nombramiento como director de Asuntos Políticos y Electorales del mismo Ministerio, una vez Sabas Pretelt reemplazó a Fernando Londoño tras su renuncia precipitada por la derrota del Referendo convocado por el presidente Uribe.
A Bogotá Marcos Daniel Pineda se llevó con él a su amigo David Barguil, compañero suyo en el colegio León De Greiff, con una historia social distinta a la suya, pero con una pasión compartida: la política. Era hijo de una maestra de Cereté y un padre alcohólico que los abandonó, David Barguil había accedido a una beca para estudiar en el reconocido colegio de Montería, pero sus orígenes lo conectaban fácilmente con el pueblo. Pronto se verían los frutos. Mientras que Marcos Daniel Pineda desde el alto cargo en el Ministerio del Interior y con el apoyo de una mamá congresista en la coalición de gobierno empezó a tejer su candidatura para la alcaldía de Montería.
El plan resultó. Con el apoyo del Uribismo en ascenso permanente, Marcos Daniel Pineda, a los 32 años y con una votación de 59 mil votos, se convirtió en octubre del 2007 en el alcalde más joven de Colombia. El espaldarazo presidencial no se hizo esperar y en la primera semana de noviembre el Presidente acompañó al joven alcalde en la plaza central de Montería.
Uribe acompañando al alcalde Marcos Daniel Pineda a un consejo comunitario en Montería (2008)
El aliento de la gente lo acompañaría durante su mandato al igual que el respaldo incondicional de los cordobeses al presidente Uribe quien acompañaba al alcalde Pineda a consejos comunitarios vistiendo una ruana con el slogan ‘Montería está de moda’ y ponía la primera piedra de estadios de fútbol que fueron el caballito de batalla del alcalde Pineda. Buscando lograr la sede de los juegos nacionales para Montería se propuso en junio de 2012 remodelar en tiempo récord el deteriorado Coliseo Miguel Happy Lora, una obra en la que se invirtieron $ 12.550 millones y se convertiría en su dolor de cabeza con consecuencias incluso disciplinarias que lo golpearían drásticamente y lo desaparecerían del mapa político temporalmente.
Nora García había regresado tras las huellas de su padre a su casa original, el Partido Conservador. Con la efectividad electoral de los azules logró llegar en el 2010 al Senado con el slogan infalible de la Fuerza que decide, apoyada además en figuras jóvenes como David Barguil que había mostrado su habilidad política y quien fue su fórmula a la Cámara. Barrieron en el Caribe con una masiva votación: Nora García llegó al Senado con 67.286 sufragios y Barguil se estrenó a sus 28 años con 48 mil votos, despegaba como gran promesa conservadora.
Con 28 años, David Barguil llegó a la Cámara de Representantes en 2010 gracias al respaldo de Nora García
El sello García Burgos empezaba a pesar de nuevo. El sucesor de Marcos Daniel Pineda en la alcaldía de Montería fue su amigo Carlos Eduardo Correa Escaf, quien además contaba con el respaldo del periódico El Meridiano gracias a su matrimonio con la hija de su propietario William Salleg; Correa terminaría de ministro del Medioambiente en el gobierno de Iván Duque.
Carlos Eduardo Correa Escaf reemplaza en 2012 a su amigo Marcos Daniel Pineda en la alcaldía de Montería
Y siguieron las movidas de poder. Llegó al Consejo Nacional Electoral como cuota del Partido conservador, Carlos Camargo Assis, también de Cereté como su primo de David Barguil y esposo de María Paulina Pineda García, hija de la senadora Nora García y quien actualmente es el Defensor del Pueblo elegido por la Cámara de Representantes con el apoyo del expresidente Iván Duque.
La dupleta García-Barguil repitió congreso en el 214. Barguil duplicó la votación alcanzando los 86.125 con lo cual piso duró al punto de terminar elegido presidente del partido Conservador. Trabajó en la Cámara en llave con Simón Gaviria y por esa vía terminó casándose con su hermana María Paz, la única hija del expresidente César Gaviria y Ana Milena Muñoz. Fue un efímero matrimonio de seis meses.
Después de pasar una larga temporada en Estados Unidos, Marcos Daniel Pineda regresó a pelearse nuevamente la alcaldía de Montería y en el 2015, con una abultada votación de 83.580 sufragios ocupó de nuevo el Palacio Antonio de la Torre y Miranda. Se propuso dejar huella con un ambicioso plan de obras que incluía la Alameda del rio Sinú, mega colegios, ciclorrutas y parques en los que incluyó el busto de su bisabuelo Remeberte Burgos Puche en la concurrida Avenida Primera con calle 28 con ocasión del aniversario 67 de la creación de Córdoba. Dos años llevaba en la gloria como alcalde cuando sintió el coletazo de las obras mal contratadas del Coliseo Happy Lora y terminó, el 16 de junio del 2017, junto con Carlos Eduardo Correa entregándose a las autoridades en un CAI de Montería de donde serían trasladados a la cárcel La Picota en Bogotá. Permanecieron detenidos solo 163 horas. El juez no encontró suficientes pruebas que los comprometieran en el entramado de corrupción.
Una de las consecuencias del escándalo de corrupción alrededor de las obras del Coliseo Happy Lora fue la decisión de David Barguil de partir cobijas y marcar distancia. Se lanzó al Senado, pero por su cuenta. Nora García escogió entonces como fórmula a Wadith Manzur, hijo de Julio Manzur, viejo amigo de padre y su fórmula en la Cámara para las elecciones de 1994 antes que las balas truncaron su camino trágicamente. Era una manera de hacerle un homenaje a los dos.
En 2018 Nora García se lanza con Wadith Manzur, hijo de Julio Manzur, viejo amigo de su papá
La decisión de David Barguil fue mal recibida por la familia que le había abierto el camino, mientras para él fue la oportunidad de brillar con luz propia. Llegó al Senado con una abrumadora votación de 139.147 que lo pusieron a soñar con la presidencia de Colombia. Y fue así como no dudó en participar como candidato conservador en la consulta de la coalición Equipo por Colombia en la que terminó imponiéndose Federico ‘Fico’ Gutiérrez, mientras Nora García, su mentora, se hizo a un lado y le entregó la posta a su hijo Marcos Daniel Pineda quien se estrenó en el Senado con la tercera votación más alta entre los conservadores convirtiéndose en el Top 10 de congresistas más votados del país. En sus manos está la suerte de una dinastía política que pensó que no sobreviviría al doloroso asesinato del médico Amaury García, un patriarca cordobés querido por todos en su región.
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