Fue el palo en la consulta de la Coalición de la Esperanza en la que se impuso Sergio Fajardo y aunque su partido Alianza Verde adhirió mayoritariamente a la campaña de Gustavo Petro, Carlos Amaya le apostó en segunda vuelta al ingeniero Rodolfo Hernández. No le resultó y se quedó sin juego en el nuevo gobierno en el que inclusive su nombre sonaba para la cartera de Agricultura en caso de que su candidato hubiera ganado las elecciones.
En el entre tiempo el exgobernador de Boyacá decidió dar un paso al costado hasta las elecciones regionales del 2023, pero parece que su retiro será por más tiempo ahora que aterrizó en el sector privado en el que se encuentra bastante cómodo dándose un segundo aire. Fue nombrado como uno de los asesores de la empresa boyacense Acerías Paz del Río, que se dedica a la extracción de minerales contando con una posición estratégica cercana a yacimientos de caliza, hierro y carbón siendo una importante reserva y fuente hídrica.
A inicios de este año, Acerías Paz de Río fue adquirida por Trinity Capital y la banca de inversión Structure Banca que eligió para formar parte como independientes de la junta directiva a tres colombianos de peso: Leonor Montoya, Rafael Santos Calderón y Jairo Burgos de la Espriella. Carlos Amaya trabajaría directamente asesorando al presidente de la compañía Fabio Hernando Galán Sánchez que fue nombrado en el cargo después del retiro de Vicente Noero.