El nuevo Comité Permanente del Politburó, formado por un total de siete miembros, reeligió este domingo 23 de octubre a Xi como el secretario general del Partido Comunista, lo que asegura su ratificación como presidente para otros cinco años, durante las sesiones legislativas anuales del gobierno el próximo marzo.
Se trata de una acción sin precedentes que llega luego de que, en 2018, el jefe de Estado hiciera cambios a la Constitución con los que abolió el límite presidencial de dos mandatos, allanando el camino para que gobierne de forma indefinida. Con esa medida rompió un término establecido por el reformista Deng Xiaoping, en 1982, para evitar la figura de un líder supremo como ocurrió con Zedong.
Tras su reelección y reunido con la prensa en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, Xi enfatizó que liderará mayores esfuerzos para construir una nación "socialista moderna".
"Ahora estamos dando pasos confiados en un nuevo viaje para convertir a China en un país socialista moderno en todos los aspectos, para avanzar hacia la meta del segundo centenario y abrazar el gran rejuvenecimiento de la nación china en todos los frentes a través del camino chino hacia la modernización", recalcó.
El sábado 22 de octubre, en la clausura del 20º Congreso del Partido Comunista, el movimiento gobernante aprobó otras modificaciones a la Constitución. Con ellas, el presidente Xi Jinping consolidó aún más su poder.
Entre las enmiendas se destacan 'Dos Establecimientos' y 'Dos Salvaguardias', con el objetivo de consagrar a Xi como el núcleo del movimiento y su pensamiento político como su ideología fundamental.
Los más de 200 miembros del Comité Central, elegido en el Congreso del Partido Comunista, escogieron a los 24 integrantes del Politburó, de los que salen las siete personas para conformar el Comité Permanente.
Así queda conformado el poderoso Politburó chino de siete miembros
El Politburó es el grupo que formula las políticas y del que también emana la cúpula del poder, formada por siete miembros. Uno de ellos es Xi Jinping, en su calidad de secretario general del Partido Comunista, y los seis hombres restantes confirmados este domingo son todos aliados del mandatario.
Xi presentó a la prensa a los otros seis miembros recién elegidos del Comité Permanente del Buró Político del XX Comité Central del PCCh. Además del presidente Xi Jinping, Zhao Leji y Wang Huning se mantienen en el órgano. Los nuevos miembros son: Li Qiang, Cai Qi, Ding Xuexiang y Li Xi.
Li Xi, el jefe del Partido Comunista de la potencia económica de la provincia de Guangdong, asumió dos nuevos títulos en el evento de este 23 de octubre, cuando fue elevado al Comité Permanente de élite del Politburó y puesto a cargo del influyente organismo anticorrupción del partido.
Si bien no se sabe que Li, de 66 años, haya trabajado directamente con Xi durante su carrera, a diferencia de los otros miembros, los analistas consideran que se ganó la confianza de Xi para asegurar un rol tan importante.
La Comisión Central de Control Disciplinario (CCDI), que erradica y castiga la corrupción dentro del partido de 97 millones de miembros, es extremadamente poderosa y la lucha contra la corrupción ha sido una herramienta distintiva del gobierno de Xi desde que se convirtió en líder supremo de China hace una década.
"Como secretario del partido de Liaoning, Li Xi era conocido por su postura firme contra la corrupción y su apoyo entusiasta al llamado de Xi para una aplicación más estricta de la disciplina del partido", señaló Cheng Li, director del Centro John L. Thornton China en The Brookings Institution.
Entretanto, Li Qiang, secretario general del partido en Shanghai, ha sido nombrado número dos, en teoría para sustituir al actual primer ministro Li Keqiang el año próximo. Esta decisión se produce pese a su cuestionada gestión del confinamiento por la pandemia del Covid-19.
De esta forma, Xi deja fuera al vice primer ministro Hu Chunhua, el único representante de la facción del expresidente Hu Jintao.
Tampoco se encuentra ningún aliado de Li Keqiang, procedente de la Liga de las Juventudes Comunistas, considerada la facción más liberal y pragmática de la dirigencia del país.
Cai Qi pasa a formar parte del selecto grupo como secretario del PCCh en la capital, Beijing. Trabajó con Xi cuando este lideraba el Partido Comunista en Zhejiang.
Cai se desempeñó previamente como presidente del Comité Organizador de la capital para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de 2022, y también ha destacado como líder de la respuesta contra el Covid-19 en Beijing.
Ding Xuexiang es otro de los nuevos miembros del Politburó y con quien Xi trabajó cuando ejerció temporalmente como secretario general en Shanghái. Desde entonces, no han dejado de trabajar juntos. En los últimos años, Ding ha sido director de la oficina general del PCCh, un cargo definible como jefe de gabinete del mandatario chino.
El gobernante ha logrado su permanencia en el cargo tras un congreso de una semana que ha validado su movimiento de fichas y ha borrado cualquier atisbo de oposición.
Una medida esperada, especialmente luego de una dramática clausura el sábado en la que el expresidente Hu Jintao fue sacado a la fuerza de la reunión. El episodio recordó a las purgas del pasado y ninguno de los aliados de Jintao está en la nueva doctrina de poder.
Aunque algunos especulan que el motivo serían las diferencias políticas con el actual presidente, la prensa oficial china aseguró que "no se sentía bien y su personal le acompañó a otra habitación para que descansara".
Las cámaras pudieron captar el momento en que Hu fue escoltado fuera del Gran Palacio del Pueblo tras haber tratado de interpelar a Xi, quien permaneció ajeno con la mirada al frente.
Además, por primera vez en 25 años el poderoso Politburó no cuenta con ninguna mujer entre sus integrantes.
Sun Chunlan, conocida como la 'Dama de Hierro' del país y la única mujer en el Politburó del partido gobernante, dejó su cargo en el 20º Congreso del Partido Comunista esta semana.
Xi: "Debemos estar preparados para soportar fuertes vientos"
Durante el desarrollo del Congreso, Xi pronunció un discurso de 105 minutos en el que elogió los logros del Partido Comunista y pasó por alto problemas internos como el estancamiento de la economía y los daños causados por su estricta política de 'Covid cero'.
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Fuerte en la retórica ideológica y ligera en la política, un desafiante Xi también instó a los miembros del movimiento a fortalecerse frente a numerosos desafíos, incluido un clima geopolítico cada vez más endurecido.
"Debemos estar preparados para soportar fuertes vientos, aguas agitadas e incluso tormentas peligrosas (…) Frente a cambios drásticos en el panorama internacional, especialmente intentos externos de chantajear, contener (y) bloquear China, hemos antepuesto nuestros intereses nacionales", remarcó el mandatario.
La seguridad también fue un foco principal de su intervención. Xi elogió la transición de Hong Kong de lo que dijo fue un paso del "caos a la gobernabilidad".
Sus declaraciones se produjeron pese a las multitudinarias protestas en las que miles de personas de la isla semiautónoma reclamaron democracia y el cumplimiento de la promesa de autonomía, hecha cuando Reino Unido entregó Hong Kong a Beijing en 1997.
Por otra parte, el presidente chino prometió "nunca comprometerse a abandonar el uso de la fuerza" para apoderarse de la isla autónoma de Taiwán, que reclama como propia.
Entretanto, se espera la consagración de una forma más concisa de la filosofía política de Xi, que haría de su pensamiento "la última versión del marxismo (y) la ideología estatal de China del siglo XXI", señaló Steve Tsang, director del Instituto SOAS China de la Universidad de Londres.
"El poder de Xi será similar al del dictador de China, y casi no habrá margen para que nadie le aconseje que intente corregir el rumbo", agregó el experto.
Desde la era de Mao Zedong ningún otro líder del país tuvo su doctrina incluida en la Constitución del partido, mientras aún estaba en el poder.