Qué hacer para que la subida del dólar no golpee su bolsillo

Qué hacer para que la subida del dólar no golpee su bolsillo

Dependiendo de cómo le vaya en el mercado, la subida del dólar puede ser algo bueno o algo malo. Podría hacer frente a la inflación con la abundancia de crédito

Por: Javier Hernández Ramírez
octubre 19, 2022
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Qué hacer para que la subida del dólar no golpee su bolsillo

Son los negocios en marcha los que producen abundancia. El crédito los mueve. Solo que todo crédito debe ser pagable. Lo que, con nuestro voraz y extractivo sistema financiero, muy difícil.

EL DÓLAR, UN SIGNO INCOMPRENDIDO

Tan caro… ¡¡nos jodimos!!  Tan caro… ¡¡¡qué bueno!!! Sí, señores, depende de cómo te va con el mercado…  en últimas, UN SIMPLE ASUNTO de ¡¡¡PLATA!!!

Dólar caro. No problem. Buena oportunidad para exportar… que está pasando de largo. No tenemos mucho con que ir a ganar mercados. Casi que, para eso, dependemos de los comodities. Y es que no tenemos una base industrial fuerte, por dos razones básicas, falta de capital industrial y miedo a buscarlo.

Con una banca tan voraz y sin control, expoliando la economía real, secando las fuentes de empleo formal, a través de créditos con intereses impagables, no será fácil que ampliemos nuestra oferta exportadora con éxito. Al menos, no, en el corto plazo. Eso es, en gran medida, la causa de nuestro déficit de balanza comercial. La industria no produce…porque le da miedo “capitalizarse” que no es otra cosa…trabajar para el banco de turno. Y por eso, como en los negocios de pobres, no vendemos… porque no tenemos surtido.

El dólar caro, sí problem. Una divisa tan cara no solo incrementa de forma dramática el valor de nuestra deuda externa pública y privada tasada en pesos, sino que encarece de manera grave las importaciones de materias primas y bienes de capital. Algo que, quizás podríamos compensar, siendo más productivos y ampliando la base exportadora de valor agregado y rescatando el principal rubro que tenemos como “capital semilla” el campo.  Somos muy ricos. La debilidad de nuestra moneda, no implica que seamos muy pobres, sino que no sabemos usar las riquezas que tenemos.

O, que, la riqueza nacional se está quedando en muy pocas manos, y que esas “manos” no invierten en la economía real, la del empleo, la que genera tributos y produce bienestar social. O todas las anteriores. Lo cierto es que tenemos con que hacerle frente a estos duros tiempo …hay países industrializados que tienen menos ventajas que nosotros.

La inflación

Tengo una teoría algo estúpida. LA INFLACIÓN SE COMBATE CON ABUNDANCIA. Sí, abundancia de liquidez operativa y de caja en las Empresas que surten al Mercado; con abundancia de puestos de trabajo que, a su vez, produzcan abundantes SALARIOS con poder adquisitivo suficiente, para consumir lo que el Aparato Productivo, tiene como oferta. ABUNDANCIA de audacia…para invertir tiempo, trabajo y esfuerzo, en poner el CAMPO EN MARCHA, priorizando cultivos de ciclo corto. Sí producimos comida para un mundo hambriento, en vez de, o mejor, como complemento de las líneas actuales, venderemos a dólar caro… ¡qué bueno!

Otra idea tonta que tengo es que en asuntos de CRÉDITO, NO es el monto de la DEUDA, lo que condiciona la capacidad de más crédito…sino la capacidad de generar recursos necesarios para pagar. Sí no fuera así, Japón, sería viable. Debe mucho, sí, pero inspira respeto y confianza. Y a pesar de las barrabasadas del gobierno Duque…somos un país confiable, debido a su manejo económico, tradicionalmente serio y ortodoxo. En este sentido, cualquier deuda es PAGABLE, sí la locomotora económica está en marcha.

Debemos BUSCAR LIQUIDEZ para inversión, en los BANCOS DE FOMENTO multilaterales, con plazos adecuados y a costos adecuados. Somos tan ricos, como país, que ofertas sobrarán. Sí el campo produce y alimenta las ciudades a costos moderados, la Industria proveerá los SALARIOS que comprarán todo lo que produzcamos. Ya deberíamos estar, ideando estrategias útiles de reacomodo y compensación económica estructurales internas. Sí las previsiones de recesión se cumplen; si la inflación sigue en ascenso, nuestro único escudo contra el desastre económico sobreviniente, es invertir y producir en ABUNDANCIA.

Volvernos más productivos y eficientes. Una masa de circulante abundante, generando bienes y servicios abundantes, no tiene por qué ser más inflacionaria, necesariamente. Más dinero, en un Mercado con mayor oferta, produce, forzosamente, mayores hechos económicos y mayor tributación. Con la dirección adecuada, el mercado responde a cualquier tipo de contingencia. Solo que, como enseña la praxis, tienes que usar tus mejores cartas.

Las nuestras son: situación geográfica privilegiada con variedad climática y estacional cuasi regular; tierras suficientes en todos los climas y territorios… que hoy no producen de acuerdo a su potencial… por mala utilización de nuestros recursos; por falta de planeación macroeconómica seria.

PREMISA, volver a este país, una despensa agrícola y reconvertir nuestra industria, apalancada en la prosperidad del campo.

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Despensa agrícola

El campo será el carbón de la locomotora que tire del tren que mantenga la inflación bajo control, al impulsar, vía consumo, la nueva industrialización. El problema es que, desde la Apertura Económica, el agro colombiano, se deprimió, perdió una razón válida para producir, pues se volvió muy mal negocio. Se envileció el trabajo agrícola. Ponerlo en de nuevo en marcha, implica inundarlo de los elementos de los que hoy carece: RENTABILIDAD SUSTENTABLE. Que solo puede garantizar, UNA PLANEACIÓN TÉCNICA SERIA y a NIVEL MACRO, por SECTORES PRODUCTIVOS. Este es el principal ingrediente para que el campo sea RENTABLE.

Un EJEMPLO para ilustrar mi tema, y que No puede seguir ocurriendo.

Supongamos que, el año pasado, los paperos tuvieron que vender la papa a $600 el kilo y todos perdieron plata; entonces, ESTE AÑO casi nadie sembró papa, pues a esos precios, no valía la pena; ENTONCES, este año, lógicamente, la papa, se puso a $1000 el kilo, por lo que, solamente los pocos que sembraron, ganaron plata con la papa. 

¡Carajo, papa a mil pesos el kilo! ¡¡¡$1000, el kilo!!! 40% más de precio. LA PANACEA, ¡Compadre…sembremos papa! Si señores TODO MUNDO SIEMBRA PAPA. ¡Que sale al Mercado a precios de ruina!  para el productor DESPISTADO Y DESINFORMADO.

Es una terrible realidad para el campesino raso.

Como nadie desde los centros de poder económico sectorial investigó, analizó, difundió ni coordinó la información adecuada, pertinente y oportuna al caso…llega el desastre que, de forma recurrente, golpea a los distintos sectores productivos del campo.

El anterior ejemplo, por burdo que parezca, refleja fielmente la situación de incertidumbre que sufre el campo colombiano. En el caso de una ilusoria “bonanza papera a $1000” (mal manejo) de la información adecuada, todos los campos apropiados para sembrar papa…siembran papa. Que al salir al Mercado…envilecida, toca venderla a precio de gallina robada.

Mientras tanto, otros productos del mismo clima, (que dejaron de sembrarse por la ilusión de la papa, a $1000) escasean en tiendas y mercados citadinos…aumentando su precio absurdamente. En este caso, ocurren dos tragedias, a dos distintos actores del drama: los paperos pierden su esfuerzo y su inversión, y los pobres de las ciudades pagan las consecuencias, por falta de capacidad de compra.

Tengo muy claro que, reactivar el campo, no es solo asunto de plata, sino de mucho cuidado y atención desde las oficinas del Estado y desde los gremios sectoriales. Existen las estructuras públicas y privadas, cuya ocupación misional en el campo…pero todas ellas son ruedas sueltas, no proveen la información técnica ni la planeación adecuada, para un real aprovisionamiento del país y para manejar los excedentes.

Los demás ingredientes sine qua non, para no seguir fracasando son: asistencia técnica eficaz, continua, pertinente y útil; crédito oportuno, barato, suficiente y supervisado, porque cada peso debe ser tecnificado; precios de sustentación que garanticen la continuidad del productor como un actor económico. Y PARA ESTAR TONO, debe FORMALIZARSE LABORALMENTE. El SECTOR AGRARIO, debe asumir los costos de toda relación laboral. 

Es un hecho que, sí el campo no se reactiva efectiva y eficazmente, el país NO MEJORARA sus INDICES DE PRODUCTIVIDAD. El campo alimenta a los obreros y empleados en las ciudades; mueve el consumo a nivel primario. Pero son los SALARIOS los que mueven la economía en su conjunto…que, a su vez, dinamiza el sector empresarial e industrial.

Reconvertir la industria

No es solo adoptar nuevas tecnologías, reconvertir procesos o generar nuevos productos.

Debe aumentar su capacidad de generar empleo formal, aumentando sus niveles de producción y diversificando líneas de oferta al Mercado INTERNO Y EXTERNO, utilizando CREDITO MAS BARATO, que le permita pagar sus impuestos completos…sin ir a la inopia.  A mayor empleo formal, MEJORES SALARIOS, MÁS Y MEJOR MERCADO INTERNO, Y MAYOR PRODUCTIVIDAD. Hay que crecer. Para eso, todo el aparato industrial colombiano, se debe irrigar con crédito de fomento, es decir, dinero barato.

Inundar de crédito el aparato productor básico no es otra cosa que buscar y encontrar la liquidez necesaria para ponerlo en marcha. Y en este momento, los caminos no son muchos, pero existen.   Claro, con los costos actuales del dinero de la Banca privada, obtener un crédito es empeñar el futuro, ya sea de la Empresa o del Emprendedor independiente. Que es la manera más fácil de quebrarse y trabajar para un Banco…pero pagándole sueldo. Entonces por ahí, no es, todavía.  IDEAS SUELTAS.

  • Muy caro importar…pues entonces sustituyamos, en la medida posible, compras de materias primas de origen agropecuario importadas, esas que la Apertura Económica, quebró como cultivo habitual. En el corto plazo, con crédito barato, asistencia y asesoría gremial y oficial, en rápido plan de contingencia, podemos sustituir importaciones, por líneas nacionales de cultivo. Tenemos las tierras y los climas apropiados. Eso tiene doble efecto: logra reactivar tierras y procesos en pausa o retroceso desde hace muchos años; damos incentivos necesarios a nuestras zonas rurales. Tenemos los elementos básicos necesarios: tierras, climas, aguas; y gentes que esperas volver rentable su esfuerzo. Y al reactivar tierras y procesos, se dinamizan las economías de entorno. Se abaratan costos de proceso industrial final. Y gana el consumidor colombiano.
  • Muy bueno exportar. ¿¿¿Pero??? No estamos preparados ni tenemos cómo dar respuesta a mercados potenciales, vendiendo lo que tenemos: la capacidad de alimentar a países que necesitan comida desesperadamente, y que pagarían en dólares muy caros. ¡¡Carajo!! Sí por cada dólar se reciben más pesos…estamos desperdiciando tiempo y plata. El remedio sería, ampliar el espectro de rubros productivos de exportación del sector industrial y agropecuario, volviendo más eficiente el campo. Para ello se deben diseñar y priorizar estrategias focalizadas por climas, por sectores definidos; activar estructurar y cadenas productivas con Normas de tipo internacional, en cuanto a calidad, presentación y Fito sanidad. Algo que hoy no estamos haciendo en la forma adecuada.
  • Demanda interna NO satisfecha. Excepto en algunas materias primas de origen agropecuario, especializadas, y algunos bienes de capital tecnológico y técnico que aquí no producimos, salvo eso, no deberíamos estar importando tanto. Así pues, que, un dólar caro NO debería afectar sino a algunos de los importadores más especializados. Los demás deberíamos estar aprovechando sus ventajas y producir para consumo interno y exportar. Lo que sí es muy, pero muy malo, es que hagamos la vista gorda al daño que causa el Dumping, en textiles, zapatos y otros productos que maltratan el empleo y la producción nacional.
  • Oportunidad, excelente para volvernos más productivos, eficientes, y sintonizar mejor con el mercado interno. Sí producimos más eficientemente los productos de consumo interno necesarios; sí lo hacemos en las cantidades adecuadas y los vendemos a precios justos; sí elaboramos mejores métodos de comercialización compartida; sí logramos que los niveles de “averías” pre, en y pos cosecha, sean mínimos, el volver productivo el campo, será más fácil. Hay que crear cultura de mercado, desde el surco. Desde la planeación del campo.
  • Es claro que para que estos supuestos se den, se hace necesario una alianza estratégica del sector público con capitales del fomento bien dirigidos, y el sector privado con inversiones de capital en los rubros de más provecho. Ambos actores deben invertir con una sola mira común: asegurar el retorno de capital y sus dividendos. Que, desde luego, en cada uno de ellos tiene distinto horizonte y otro nivel de interés.
  • NOTA: Los ingredientes de estas sencillas y “deslumbrantes” propuestas que hoy hago, son los mismos desde que el diablo estaba chiquito, lo sé. La almendra del cuento está en que se adopten políticas serias, enfocadas, continuas y con la adecuada asistencia y supervisión técnica, financiera, que se requieren.
  • TIEMPOS CUMPLIDOS: La segunda mejor financiación de cualquier proyecto productivo es el cumplimiento de los plazos y el apego real a las distintas etapas. Lograr que las “interventorías” dejen de ser los notarios de “defunción” de los proyectos a su cargo, para que sean acompañantes y “obreros” en cada una de las etapas de cada proceso
  • Objetivo básico, suplir productos importados aumentando y/o produciendo las cantidades y calidades exigidas por el Mercado interno. ¿Importar tanto trigo… con los climas fríos nuestros, semi abandonados? ¿Algodón, cuando los Llanos, el Tolima y la Costa tienen tierras improductivas o abandonadas, por malos precios o falta de medios financieros y técnicos?
  • Y los productos “comida” ¿pueden surtirse? Dicen que la “bandeja paisa” solo tiene cuatro componentes de origen nacional…incluyendo el nombre.

No los canso más.

Señores, desde el sector oficial hace falta más fomento a sectores con vocación y capacidad productiva. Es un buen tiempo para ello. Y desde el sector privado se hace necesaria una inversión diversificada, suficiente y a tiempo. Ojos, sobre al campo.

En la abundancia de oferta…la inflación es un mal menor.

 

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