Sesenta mil millones de pesos mensuales. Esa era la plata que recibía Otoniel por los envíos de cocaína a Estados Unidos que organizaba Juan José Valencia, mejor conocido como Falcon, un paisa que manejaba una gran pinta, a diferencia de los otros lugartenientes del Cartel del Golfo, la organización criminal que tiene a la mayoría de sus integrantes nacidos en los rincones más profundos y olvidados de Colombia. Valencia tenía gustos refinados y había nacido en una familia acomodada del barrio Laureles de Medellín. Era el hombre de confianza de Otoniel a la hora de hacer negocios, de montar reuniones, de hablar directamente con los patrones del Clan, los carteles de Sinaloa y Nuevo Milenio.
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Por eso el 22 de mayo de 2021 fue un día devastador para Otoniel, quien en ese momento ya era asfixiado por el cerco con el que el ejército le había montado. Era una ficha más que se le había caído al capo del Clan. En febrero del 2021, Nelson Dario Hurtado Simanca, mejor conocido como Marihuano, fue asesinado por el Ejército Nacional. Para evitar ser registrado por inteligencia, usaba y enviaba mensajes escritos a mano, no tenía ni redes sociales, ni celular. Sacaba del país seis toneladas de cocaína mensuales hacia Estados Unidos y Europa. El hombre que lo asesoraba y le daba ideas para camuflar y enviar la droga era, precisamente, Valencia.
A diferencia de Marihuano, a Falcon le gustaba llamar la atención. Sus lujos no podían dejar de ser extravagantes. Mientras Otoniel se escondía en la selva del Urabá y daba órdenes a sus hombres para enfrentar al ejército, Valencia, un hombre de negocios, se movía con holgura por Medellín y se daba lujos como una casa de nueve mil metros cuadrados en Llanogrande o una colección de 30 autos de alta gama. La mitad de ellos eran Ferrari. Era la colección más importante que jamás se había visto en el país. Ni Pablo Escobar se había dado ese lujo.
Lujos que terminaron en manos de la Sociedad de Activos Especiales, la SAE, la entidad de la que el gobierno Petro espera obtener muchos recursos y que precisamente este 25 de octubre, rematará uno de los Ferraris de Falcon. Se utilizará la modalidad del Martillo del Banco Popular con la cual esperan vender el lote de estos autos de altísima gama: un Ferrari 812 Superfast, modelo 2020, color rojo, cilindraje de 6.500 centímetros cúbicos, que alcanza una velocidad de 340 kilómetros por hora y que en 2.9 segundos puede aumentar de 0 a 100 kilómetros. Según el Banco Popular el valor del mercado es de 350 millones de pesos y en eso arrancará la subasta.
El segundo auto que se subastará será un Ferrari Portofino color blanco modelo 2019. Aunque está avaluado en 1.665 millones el precio de subasta arrancará en 194 millones de pesos.
El tercero es un Spider que vale 1.200 millones. La oferta arrancará en 206 millones.
Si se sumaran todos los Ferrari que tenía Falcon estos suman $ 8.000 millones. A pesar de la peligrosidad y la influencia de Valencia en el Clan del Golfo, antes de ser extraditado, fue puesto en un patio de mediana seguridad en La Picota. Incluso sus abogados, encabezados por el exfiscal Mario Iguarán, alegaron que Falcon sufría de una afección cardiaca, por eso lo metieron en una celda contigua al rey de la contratación en Bogotá, el condenado empresario Emilio Tapia. Debido al escándalo que generaron las salidas del empresario Carlos Mattos por Bogotá para verse con su abogado Iván Cancino, en donde incluso se permitía viajar en el carril de Transmilenio para no aguantarse los insoportables trancones de Bogotá, el INPEC se puso en la tarea y trasladó al patio de máxima seguridad a Valencia. Sin embargo, por un descuido del propio INPEC, el hombre que mandaba la coca del Cartel del Golfo a los Estados Unidos podría quedar libre en los próximos días.
Lo impresionante es que sus abogados lo están asesorando tan bien que, aunque podría pesar sobre él el delito de lavar 10 mil millones de pesos, en el momento de la captura lo hicieron por porte ilegal de armas, por un arsenal que le encontraron en su casa en Llanogrande pero estas tenían licencia así que no estaría incurriendo en ningún crimen. Sin embargo la estrategia se dañó porque a finales de julio fue extraditado a los Estados Unidos.
Hasta el momento han sido sometidos a extinción de dominio 66 bienes, entre apartamentos, autos y fincas. Esto ha sumado 232 mil millones de pesos que han sido expropiados por la SAE.
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