Partido Socialista de Colombia de aniversario ¿Cómo surgió?

Partido Socialista de Colombia de aniversario ¿Cómo surgió?

Estando al borde del abismo, Eugene, candidato presidencial socialista y dio su profundo agradecimiento a su partido obrero, el Partido Socialista de América

Por: Mateo Fossa Ramírez
octubre 14, 2022
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Partido Socialista de Colombia de aniversario ¿Cómo surgió?

Hace no mucho, un líder político socialista de masas de Norteamérica llamado Eugene Víctor Debs, pronunció un emotivo Discurso contra la guerra de las potencias imperiales y a favor de la revolución rusa con la política de paz entre pueblos de Lenin y Trotsky. Como retaliación, Eugene sería censurado y condenado a 10 años de prisión (conmutada luego a dos años) acusado de “traición a la patria”.

En el mismo discurso, estando al borde del abismo, Eugene, candidato presidencial socialista y sindicalista ferroviario, dio su profundo agradecimiento y tributo a su partido obrero, el Partido Socialista de América, en estos términos vitales:

Cada que se estrangula un periódico socialista se suman mil voces proclamando la verdad de los principios del socialismo y los ideales del movimiento socialista. Nos ayudan a pesar de ellos mismos.

El socialismo es una idea en crecimiento; una filosofía en expansión. Se está extendiendo por toda la faz de la Tierra: es tan vano resistirlo como lo sería detener el sol al amanecer. Crece irresistiblemente. ¿No pueden verlo? De ser así, les aconsejo que consulten a un oculista [oftalmólogo], porque ciertamente tienen un problema de visión. Es el movimiento más poderoso en la historia de la humanidad. ¡Qué privilegio servirlo! Me he arrepentido mil veces de poder hacer tan poco por el movimiento que tanto ha hecho por mí. Lo poco que soy, lo poco que espero ser, se lo debo al movimiento socialista. Me ha dado mis ideas y mis ideales, mis principios y mis convicciones, y no cambiaría uno solo de ellos por todos los dólares ensangrentados de Rockefeller.

Me ha enseñado a servir, una lección para mí de un valor incalculable. Me ha enseñado el éxtasis en el apretón de manos de un camarada. Me ha permitido mantener una comunión superior con ustedes y tomar mi lugar junto a ustedes en la gran lucha por un mañana mejor; me ha permitido multiplicarme una y otra vez, sentirme renacer, sentir que la vida realmente vale la pena ser vivida; me ha mostrado nuevas perspectivas y me ha abierto nuevos horizontes; me ha hecho consciente de mi parentesco con todo lo que está vivo, tener conciencia de clase y darme cuenta que, independientemente de la nacionalidad, la raza, el credo, el color o el sexo, todo hombre, toda mujer que trabaja, que presta un servicio útil, todo miembro de la clase trabajadora sin excepción, es mi camarada, mi hermano y mi hermana, y que servirles a ellos y a su causa es el mayor deber de mi vida.

Y en su servicio puedo erguirme; puedo elevarme a la estatura de un hombre y reclamar el derecho a un lugar en la Tierra, un lugar donde pueda pararme y esforzarme por acelerar la llegada de la emancipación de los trabajadores y de la justicia social.

Sí, mis camaradas, mi corazón está en sintonía con el de ustedes. Sí, todos nuestros corazones ahora palpitan como un gran corazón que responde al grito de guerra de la revolución social. Aquí, en esta asamblea alerta e inspiradora, nuestros corazones están con los bolcheviques[1].

El día de hoy, desde las tierras de Sudamérica, resuena el eco de Eugene en el acto de los 45 años del Partido Socialista de los Trabajadores de Colombia. Al igual que él, a través de estas cuatro décadas y un quinquenio de lucha, miles de seguidores y simpatizantes, militantes y exmilitantes, tanto colombianos como de otros países, así como otras corrientes socialistas, damos gracias al PST, sección nacional de la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT), por haber dado valor a nuestra existencia. Su alegría y presencia nos congregará en el auditorio de la Asociación Distrital de Educadores (ADE): “¡Y qué bueno es para mí mirar sus rostros resplandecientes esta tarde! Es una imagen de felicidad, se lo aseguro. Y me alegro de que sean tantos”, cada vez más, tanto los asistentes como los entrañables ausentes.

Honramos la historia pasada, reciente y futura del partido PST. Sus campañas, su militancia, los cuadros históricos y nuevas camadas. Sus logros y fracasos hacen parte de un acumulado de la experiencia social y política de la clase trabajadora colombiana.

En el fogueo en las huelgas y conflictos del Paro Cívico Nacional de 1977 y el estallido social de 2019-2021, ha estado presente con sus humildes fuerzas el PST.

En la Brigada Internacional Simón Bolívar, impulsada por la audacia del PST y la Fracción Bolchevique de Nahuel Moreno, con cerca de 250 voluntarios y 2 muertos colombianos en la revolución nicaragüense.

Bajo las el estandarte de la rabia popular contra la dictadura de Somoza, la democracia obrera y la segunda y definitiva independencia del imperialismo, hoy banderas pisoteadas por el dictador Daniel Ortega e infortunadamente toleradas por la diplomacia de Petro.

Los esfuerzos denodados del PST por construir una internacional de los trabajadores y la defensa del marxismo revolucionario, a través de la experiencia de decenas de partidos de la LIT y la corriente de Nahuel Moreno. Un PST que, valerosamente y con duros golpes resilientes, ha resistido el vendaval oportunista, su impacto social, remando a contracorriente  de la Cruzada Ideológica posmoderna y su triple negación de pseudociencia.

“La clase obrera ya no existe y no hay sujeto central del cambio”, decían algunos; “el pueblo unido, funciona sin partido” y “el socialismo fracasó”, repiten otros, cual loritos; de ahí el “no hay más alternativa” que “radicalizar la democracia” burguesa y “cambiar el mundo sin tomar el poder”, teorizan los novísimos.

La inserción social modesta del PST, con altibajos, en barrios, organizaciones gremiales y de masas y barrios de los trabajadores tales como la CUT, la USO, Sinaltrainal, Fecode, la ADE, entre muchísimos otros en la región caribe, en Tolima, Bogotá y las grandes capitales, hablan de un trabajo de hormiga y persistente, a todas luces valioso.

La contribución al periodismo de izquierda y la voz de los trabajadores[2] con, a la fecha, las más de 744 ediciones del periódico El Socialista, órgano del PST como tribuna de denuncia y que es distribuido en calles, fábricas y empresas, escuelas y universidades, así como casas.

Los retos a los que se enfrenta el PST-LIT como partido revolucionario de los trabajadores del siglo XXI en reconstrucción, se resumen en el lema bíblico: creced y multiplicaos.

En suma, construir de manera unificada un gran partido obrero de estilo bolchevique[3] por una nueva Colombia Socialista, por una civilización en libertad por la que luchó Eugene: “El Partido Socialista expresa las esperanzas y aspiraciones de los trabajadores de todo el mundo”.

Como alguna vez lo expresó el poeta tolimense y profesor de literatura, Hernando Ordoñez, el partido socialista es el “navío de sueños” de una nueva civilización.

Entre las batallas que dar están el acompañar a los trabajadores colombianos y sus aliados populares a que triunfen en sus luchas parciales y a exigir reformas al gobierno reformista del Pacto Histórico de Petro, a través de la movilización masiva, independiente y democrática, distante de la oposición patronal uribista.

Entre ellas, como parte del proceso de paz con el ELN y otros actores, exigir una reforma política, para que los socialistas podamos volver a presentarnos a elecciones en frentes con voceros obreros y sindicalistas, campesinos y juveniles, mujeres, negros, indígenas y LGBTIs, sin que sigan cayendo más líderes sociales.

De igual modo, exigir una reforma laboral, sanitaria y educativa, para que la nueva fuerza laboral no se vea sometida a la dictadura de los contratos masivos de prestación de servicios y el endeudamiento, de modo tal que aumente su poder adquisitivo y sobre todo, organizativo, cultural y político.

El discurso del Presidente Petro en la Asamblea General de la ONU y sus tres verdades de que i) la guerra antidrogas y la lucha contra el calentamiento global ha fracasado, ii) el cambio climático es causado por la avaricia y sed irracional de ganancia del capital que nos lleva directo al colapso y la extinción, iii) la deuda externa desangra a Colombia.

Todas estas verdades demandan una política socialista, radical y científica verdadera, la única verdaderamente progresista, consecuente con el diagnóstico objetivo, hoy enarbolada por los socialistas colombianos del PST-LIT y otras organizaciones revolucionarias del país y el mundo.

Hoy son una voz en el desierto, mañana quizás serán el timón de cambio de la civilización.

Primero. La legalización de las drogas y consolidación de una red de salud pública integral en manos del Estado y sin EPS, derogando la ley 100, para prevenir, tratar y recuperar a nuestra juventud y sectores poblaciones ante el sobreconsumo y las adicciones.

Segundo. Una economía planificada central dirigida por los trabajadores la cual se encargue de la transición energética con criterios de justicia social y sostenibilidad ambiental, contra el capital fósil.

Tercero. Un gran movimiento continental de masas en América Latina y las periferias por la condonación y no pago de la deuda externa con el FMI y la banca internacional, para proteger la soberanía e impulsar la reinversión social.

El discurso reformista de Petro en la ONU muestra tanto la impotencia y límites acientíficos del proyecto progresista, su cuadratura del círculo llamado ‘capitalismo humano’, como la propia decadencia de esta civilización de barbarie.

La estrategia del frágil y muy debilitado –algunos pensarían, casi que inexistente– movimiento socialista en Colombia y sus partidos en etapa de reconstrucción, estriba en forjar una dirección política unificada que lidere un alzamiento insurreccional mesiánico de los oprimidos y explotados, el Colombianazo.

Proceso permanente que permita a los trabajadores de este país conquistar el poder político y tumbar el régimen –forjando así un real gobierno de los y las nadies, distinto al gobierno burgués progresista de Petro, en alianzas tradicionales con la burguesía e instrumentalizando a Francia Márquez–.

Para lograr la Segunda y Definitiva Independencia del yugo del imperialismo euronorteamericano y la burguesía criolla lacaya se precisa también la expansión de la revolución socialista mundial y una nueva civilización que salve a la humanidad de su barbarie como la que hoy se cierne en la Ucrania invadida por el dictador Putin y la avanzada de la OTAN.

Se necesita entonces construir una internacional de partidos socialistas –¡no una Internacional Progresista al estilo de Petro, Chomsky y Piketty!–. “El mundo cambia diariamente ante nuestros ojos. El sol del capitalismo se está poniendo; el sol del socialismo está saliendo. Es nuestro deber construir la nueva nación y la república libre”, vociferó el rebelde Eugene.

Desde este palco, hacemos un cierre de nuestro discurso con una invitación efusiva y directa que hoy nos evoca el camarada Eugene Victor Debs, el cual habita hoy entre nosotros en este acto de aniversario de lucha del PST-LIT con los ojos, manos laboriosas, cerebros audaces y pies firmes en la arena política del siglo XXI:

“¿Quieren acelerar el día de la victoria? ¡Únanse al Partido Socialista! No esperen a mañana. ¡Únanse ahora! Inscriban su nombre sin miedo y tomen su lugar […] encontrarán algo de valor infinito, y ese algo será ustedes mismos. Y esa es tu necesidad suprema: encontrarse a ustedes mismos, conocerse realmente a ustedes y conocer su propósito en la vida”.

Gracias.

[1] Eugene V. Debs, Discurso contra la guerra (Canton, Ohio, USA, 16 junio de 1918). Traducido originalmente por el historiador trotskista argentino, Daniel Fernando Gaido (agosto, 2022). Disponible en Marxist Internet Archive.

[2] La reciente investigación de Álvaro Acevedo Tarazona y Emilio Lagos Cortés, El trotskismo en Colombia: análisis historiográfico y documental de sus orígenes e impacto intelectual, político y universitario en los años setenta del siglo XX (2022), arroja luces. Disponible en la Revista Colombiana de Sociología.

[3] Mateo Fossa, Lección de Octubre: por la construcción unitaria de un partido bolchevique en Colombia (22 octubre de 2017), disponible en el archivo histórico del Blog Educativo Siglo XXI – Ideas para la Acción.

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