Se inicia el 2015 un año de elecciones locales, en el que pululan las alianzas, coaliciones, componendas, acuerdos como le quieran llamar, hechos bajo circunstancias no tan santas y muy pocas pocas bien intencionadas, por que se trata simplemente de hacer un negocio, la política es el negocio de moda, propiciado y patrocinado por el propio Estado que poco hace por combatir este negocio ilegal, tan dañino como la extorsión, el secuestro, el narcotráfico, el hurto callejero, etc., peca por omisión.
El común denominador de todas esas componendas es el dinero, la plata - si no tiene la plata que no aspire - me voy con este que es el de la plata - sin ni siquiera escucharlo, el método de la persuasión y la dialéctica se acabó en la política, sin pensamiento alguno y sin capacidad de convencimiento se hace política en este país, simplemente con la plata.
Y de donde sale la plata, de los presupuestos de las entidades públicas, con esto no estoy descubriendo el Viagra, pero en exceso causa daño, mata y a mucha gente de hambre, sobre todo a niños, a víctimas de la delincuencia porque la autoridad no ópera eficientemente, a los que se suicidan por falta de oportunidad, que son muchos — todas la semanas hay noticias de un suicidio en la Guajira — sobre todo viejitos desamparados y de los pronunciamiento de las alcaldías nada, están mudas, estos temas no les interesa.
La Guajira no es ajena a este estado de la cuestión, las cifras desbordan la ficción, no, la realidad, esta ya esta desbordada, de hecho las cifras reales que se manejan son inimaginables. Un aspirante a la Gobernación de la Guajira, debe pensar en miles de millones de pesos si tiene esa intención, 10, 15 o 20 mil millones son los datos que se manejan en esta parte del país. Para los aspirantes a ser alcalde de uno de los quince municipios de la Guajira, debe pensar en 1.000 millones, para el más pequeño de los municipios y en 5.000 para los más grandes.
A dónde vamos a llegar en estas circunstancias, es la preguntas frecuente, a unas peores, sino actuamos los que podemos enderezar el camino, los ciudadanos de bien, los que visionamos un futuro mejor, los que tenemos que romper este círculo pernicioso, los profesionales que se prepararon con el esfuerzo propio y el de nuestro padres.
Los presupuestos públicos no son para hacer campañas electorales, son para mejorar nuestra diario vivir, nada es más fascinante que ayudar al que lo necesita y ver o vivir en una región próspera, sana como en Usiacuri Atlántico, - 12 años sin homicidio - o Toca Boyacá - que duró 20 años sin homicidio, con oportunidades y con comodidades colectivas, como en cualquier país moderadamente civilizado, porque estos comportamientos políticos son de estados salvajes, donde el respeto por las instituciones no existe. Si irrespetamos la forma de hacer política, estamos perdidos.