Uno de los hechos más vergonzosos del mal trajeado fútbol colombiano ocurrió el pasado miércoles 21 de septiembre cuando una horda de criminales disfrazados de hinchas entró a la cancha del estadio 12 de octubre en Tuluá decididos a golpear a Mayer Candelo quien hasta ese día fue técnico del Deportivo Cali. Las cámaras de Win Sports decidieron mirar para otro lado. Existen unas reglas en las transmisiones del fútbol que impide la televisación de invasiones al campo del juego para no legimitarlas. Pero lo de Tuluá no tuvo nada que ver con política sino que directamente era un atentado contra la integridad física de un técnico. Entonces debió imperar la lógica, el sentido común y mostrar a estos vándalos en primerísimo primer plano para identificarlos y judicializarlos. Pero no, decidieron voltear la cámara. Nos quedamos sin saber nada.
Mayer fue golpeado con el palo de una bandera y terminó casi que desnudo. Varios jugadores del Cali también se vieron afectados física y emocionalmente.