La historia de un chico colombiano de clase media, que renunció a la vida superficial de los muchachos de su edad, y a los 23 años tomó la quijotesca determinación de entregar su vida, esfuerzo, energía, creatividad y recursos para sacar adelante a la niñez de la isla de Tierrabomba, la que pese a pertenecer jurídicamente a Cartagena (es su corregimiento), y de estar ubicada a tan solo 10 minutos de los barrios Bocagrande, Laguito y Castillogrande, los más caros y lujosos no solo de Cartagena sino del país, está sumida en la total y absoluta miseria y abandono. Basta con anotar que carece de acueducto y alcantarillado, de servicio de gas, de telefonía fija, de calles, de zonas verdes, de parques, de espacios deportivos, de bibliotecas o salones comunales, para hablar solo de lo básico.
Pedro nació en Cali pero desde los 2 años vive en Cartagena. Es un hombre de fe, y hace algunos años, leyendo la biblia sintió en su corazón la voz de Dios, que le señalaba que debía ayudar a una isla. Pensó que esa isla era San Andrés, así que viajó hasta allá y se presentó en el canal de Tv, en el cual le dieron trabajo, regresó a la universidad a terminar su último semestre y cuando faltaba una semana para viajar a posesionarse, le llaman para avisarle que habían despedido a los directivos del canal y que solamente contratarían de ahora en adelante a Sanandresanos.
“Cuando estaba en la universidad ya yo quería independizarme, pero tenía también el ejemplo de solidaridad de mi padre, quien murió en 1997, el metía niños de las calles a comer y a dormir a nuestra casa en Bocagrande, tratándoles como iguales, sin ningún tipo de prejuicios. Venía con frecuencia a Tierrabomba para ayudar a la gente y a repartir regalos, esa labor de él, me inspiró para seguir sus pasos. Llegué inicialmente a la isla con el plan de ayudar a las personas, enseñarles producción audiovisual y hacer un documental, pero me fui envolviendo y me quedé. Tuve la suerte de hacer un buen negocio y me dio para construir un pequeño hotel, que ayudé a construir con mis propias manos, haciendo albañilería, carpintería, de todo. Conocí la realidad de Tierrabomba, y me enamoré de la vida de los niños, que son vidas muy tristes. Increíble que algunos niños ni siquiera saben cuál es el día de su nacimiento, ni tienen registro civil, también se dan casos de abuso sexual de menores de 5 años. Al mismo tiempo, y al lado de la pobreza, los niños son muy felices porque aquí hay una libertad total, lo que les permite vivir muchas aventuras”.
“Supe que mi lugar era Tierrabomba, una vez que estaba comiendo y un niño miró mi comida con hambre, lo invité a comer y le compré un pollo completo, la impresionante felicidad de ese niño comiéndose algo que para nosotros es normal, me marcó mucho, así que decidí hacer lo posible para que todos los niños de aquí pudieran alimentarse correctamente”.
Pedro tiene tan solo 28 años y es productor audiovisual y comunicador social de la Universidad Javeriana de Cali, practica el surf, kitesurf y sabe windsurf, paddleboard, y otros deportes náuticos. Es chef de cocina y se considera una persona muy libre, un caballero aventurero que respeta a las mujeres y que se indigna con el machismo y el maltrato que se le da a las mujeres en la costa. Estudió en Cartagena en el Pinar de Canadá donde destacó como líder tanto en el salón de clases como en las prácticas militares de la compañía. Los amigos lo definen como jocoso, extrovertido y amante de la música champeta, especialmente del Michel, el cantante de la isla.
Confiesa que no le gusta leer, que prefiere actuar, hacer las cosas que los demás imaginan o teorizan. Por esto, ha conformado un equipo con doce niños de Tierrabomba a los cuales les enseña gratuitamente todos los deportes náuticos que conoce, dándoles lo necesario para que se desarrollen al máximo. Llevó tres de ellos, escogidos por su rendimiento académico, a Perú del 12 al 17 de noviembre del 2014, a practicar surf, con el apoyo de la cancillería, para que representaran a Colombia en un intercambio deportivo, en compañía de campeones mundiales. Pudieron correr olas con Malaga Brisa, quien es campeona mundial, con Carolina Thon, con “Harita” campeón mundial de SUP y con Sebastián Alarcón, aprendieron tips para ser mejores surfistas y recibieron de regalo tablas profesionales de surf.
Dada la pobreza de la isla y su falta casi que absoluta de oportunidades, él sabe que está salvando vidas. Tiene íntegramente apadrinados a seis niños a los cuales les da todo lo que necesitan: zapatos, uniformes, maletines, lápices, colores, libros, cuadernos. Incluso ha sido nombrado en la junta directiva del colegio de Tierrabomba como representante del sector productivo, donde recibió una mención de honor por su trabajo humanitario. Para el próximo año ya consiguió que el colegio entregue como estímulo, a la mejor prueba del ICFES un computador, y una tablet al segundo puesto. También tendrán premios y estímulos los niños que saquen buenas notas en cada salón de clases.
Desde hace cuatro años organiza y proyecta “Cine Bomba”, donde ha presentado más de 200 películas gratuitas a los niños de la isla. Ha repartido más de 3000 regalos navideños, ha recogido y reciclado más de 22 toneladas de basuras en tres festivales de reciclaje, cuya cuarta edición en el 2015 contará con una segunda fase: la construcción de casas recicladas, construidas con ecoladrillos.
Organizó en octubre del 2014 el Festival de Fotografía (#fotofesttb), para el cual trajo cinco fotógrafos afroestadounidenses y un afrocolombiano, en el evento se les enseñó a los niños de la isla a tomar fotografías y se les regalaron cámaras.
“Soy una persona normal - asegura Pedro - que ama a Stanley Kubrik, Scorsese, Tarantino y Calle 13. Esto que hago es un homenaje a mi padre, que era un hombre solidario. No soy especial, para mi es sentido común hacer lo que hago, no me cabe en la cabeza no ayudar, y esa razón se fortalece más cuando conozco las vidas de los niños, las limitaciones de sus familias, el nulo apoyo de muchos padres y las que el gobierno impone, al no querer hacer nada por ellos”.
AMIGOS DEL MAR
Este gran esfuerzo de cuatro años, increíblemente se realiza con el apoyo de tres amigos voluntarios: Rochy Moreno, Armando Sierra y Raúl Fernández que son a su vez grandes deportistas náuticos. Juntos acaban de constituir legalmente la Fundación Amigos del Mar - Colombia, ya que desean poder ayudar a todos los niños de la isla, muchos de los cuales necesitan ser salvados de la prostitución, la delincuencia, el desempleo, los embarazos tempranos, o el ser reclutados por cualquiera de los bandos del conflicto armado del país.
Pedro también es defensor de animales, y tiene rescatados en su hotel siete perros, tres gatos, una burra y su pollino, y una tortuga. Desea encontrar apoyo de la empresa privada para esterilizar gratuitamente a todos los perros y gatos callejeros de la isla, ya que al lado de la emergencia humanitaria de Tierrabomba, está también la emergencia de estos seres, que sufren todo tipo de violaciones, vejaciones y enfermedades, muriendo de forma muy cruel. Ya consiguió los médicos voluntarios que están dispuestos a venir a la isla a operar y curar gratuitamente, pero faltan los insumos y medicamentos para dichas curaciones y operaciones.
Dice que los cambios ya se ven en la comunidad, en el cambio en algunos niños, que ya estudian, que ya botan la basura en la caneca, porque él les pone como regla que “El que mata o maltrata animales no entra aquí, y él que bota basura al suelo no anda conmigo. Para algunos soy como una figura paterna, que les da consejos de vida, les enseño y les recalco mucho que la disciplina, el carácter y la actitud es lo que los define como personas”.
ECOTURISMO CON PROPOSITO
Pedro está convocando a personas del todo el mundo, a todo el que pueda aportar algo para el desarrollo de esta isla, a que vengan a pasar sus vacaciones en Tierrabomba y que hagan “Ecoturismo con propósito”, esta es una nueva forma de viajar que se está abriendo camino internacionalmente, y que consiste en viajar a sitios en desarrollo, descansar y relajarse, aportando económicamente a los nativos, pero al mismo transmitiendo conocimientos y desarrollo al sitio visitado.
“Aquí tenemos un espacio en el cual se han recibido donaciones como instrumentos musicales, proyectores de vídeo, libros, y muchas herramientas que nos gustaría usar para enseñar música, danza, canto, manualidades, idiomas, talleres de reciclaje, talleres de poesía, ecología y animalismo. Pero no tenemos voluntarios que apoyen estos talleres, ya que todo lo desarrollado hasta ahora lo hemos hecho con un gran esfuerzo, muy pocos voluntarios. Por eso invitamos a todos los que estén interesadas en ayudar y que tengan algún talento o conocimiento que aportar, que nos contacten y que hagan parte de este proyecto, que va a cambiar la vida de los tierrabomberos, y que seguro va a cambiar positivamente sus propias vidas".