Carta: respuesta de un joven colombiano con esperanza de paz al senador Álvaro Uribe Vélez

Carta: respuesta de un joven colombiano con esperanza de paz al senador Álvaro Uribe Vélez

Sobre su respuesta a Luis Carlos Restrepo

Por: Frank Delgado Buendía
enero 06, 2015
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Carta: respuesta de un joven colombiano con esperanza de paz al senador Álvaro Uribe Vélez

Muy estimado doctor Álvaro Uribe Vélez:

Lo saludo con gran aprecio y confieso que, hasta este día, su gobierno entre el 2002 y el 2006 ha sido el mejor para la historia de Colombia. Sin muchos de todos sus planes, proyectos, leyes, iniciativas y demás, Colombia no sería actualmente un país que empieza a construir sus nuevos cimientos de cara al futuro. Sin embargo, deseo expresarle unas iniciales reacciones personales a la carta que nos ha hecho llegar a todos los colombianos, dejando claro que sólo soy un joven de 24 años al que le falta demasiada experiencia y conocimientos en la vida. Esto lo hago por amor a mi país:

  • Es cierto, el Centro Democrático es la primera fuerza de oposición en la coyuntura actual del país. Su fuerza se basa en una opinión que cree con convicción en sus ideas, cosa que deberían aprender los demás políticos que alcanzan su investidura con maquinarias politiqueras y no tienen credibilidad, como usted bien lo menciona, debido a que ni les interesa estar en el análisis permanente de los asuntos de la Nación. El ejercicio del Centro Democrático es fundamental para la madurez de nuestra democracia.
  • No comparto su apreciación sobre la falta de control por parte del Gobierno en el Proceso de Paz de La Habana. Si de algo hemos sido espectadores los colombianos, es la contundencia con que ha respondido el Gobierno ante las acciones criminales de las FARC, como lo demostró nuestro Presidente al paralizar los diálogos ante el secuestro del General Alzate. Se necesita una templanza digna de un gran Jefe de Estado para arriesgar su principal bandera de gobierno, acción que fue necesaria para controlar el proceso.
  • No existe en este momento un cese bilateral impuesto. Este fue un engaño que trató de hacer las FARC y tuvo un rechazo inmediato del Gobierno, dejando claro que apreciaban el gesto de paz. Por ende estamos actualmente en un cese unilateral del fuego debido a las festividades y no se sometió a los soldados y policías a humillación alguna. Claro que el terrorismo utilizó estrategias similares en el pasado para fortalecer su capacidad criminal, como aquellas estrategias utilizadas durante el Caguán, y son precisamente esos errores los que el Gobierno no ha cometido en la Habana.
  • El punto anterior responde nuevamente su posición. El Gobierno, en medios de comunicación nacional, nos informó a los colombianos de su decisión de no aceptar las condiciones de las FARC.
  • El Gobierno siempre ha exigido, desde el inicio del proceso, un verdadero cese unilateral del crimen y la entrega de armas, solo que ha sido claro en que esto se debe hacer una vez estén acordados todos los puntos en la negociación. Recordemos: nada está acordado hasta que todo esté acordado. Un planteamiento como el que ustedes proponen es inviable para cualquier proceso de paz aquí y en otro país, y usted muy bien lo sabe. Una vez que todo esté acordado sería más sencillo y razonable establecer un sitio de concentración que haga posible la verificación. Como esta condición está pactada para el final del proceso, no existe un escalamiento de la intimidación terrorista sino una demostración de fuerza; las FARC quieren hacer ver que están negociando, de lo contrario sería un sometimiento. Sin embargo, el Gobierno no ha paralizado sus acciones en contra.
  • El sitio de concentración y verificación sólo serán posibles una vez firmados los acuerdos. El asesinato, secuestro, narcotráfico y extorsión siguen en aumento en el país pero discrepo de los autores. Por supuesto que las FARC siguen cometiendo estos delitos, pero el mayor porcentaje lo realizan bandas criminales a lo largo y ancho del país, llámense Urabeños, Rastrojos, Águilas Negras y demás, estrategias utilizadas para lograr un control territorial y sometimiento de la ciudadanía, como aquel sufrido por el Tino Asprilla en su natal Tuluá a manos de “Porrón”. Una gloria del balompié colombiano estuvo a punto de salir corriendo de su tierra natal, no por las FARC, sino por culpa de un bandido local.
  • No entiendo su propuesta del Órgano Legislativo Transitorio, le pido que en documentos posteriores nos explique esta idea al detalle ya que por ahora continúa en el aire. ¿Un mecanismo para discutir, aprobar, rechazar o modificar acuerdos trascendentales para la sociedad, como aquellos que saldrán de La Habana, no es una Asamblea Nacional Constituyente? Si nuestra constitución ya nos ofrece herramientas para las discusiones que usted plantea, no veo la necesitad de inventar nuevas sin ninguna clase de sustento teórico-jurídico y/o práctico. La Asamblea Nacional Constituyente también nos permitiría un amplio debate liderado por personas a quienes les demos ese poder mediante elección popular, evitando que el Gobierno entregue el país al terrorismo como usted dice, y aprobando todo en nombre de la paz, palabra que no es cautivante solo en estos tiempos, sino a través de la historia de la humanidad. La paz siempre ha sido y será el bien supremo por el que debemos luchar todas las sociedades. Como dijo Winston Churchill, considerado uno de los grandes líderes en tiempos de guerra de la historia: “La guerra es una invención de la mente humana; y la mente humana también puede inventar la paz”. Le aseguro que las siguientes generaciones inventaremos la paz de Colombia.
  • Usted dice que el Órgano Legislativo Transitorio podría precaver la inestabilidad que se deriva de la permanente reforma de la Constitución. Nuestra Constitución, con todas sus modificaciones, sigue siendo ejemplo en el mundo por su carácter progresista, y desde 1.991 no había tenido ninguna reforma tan nefasta que promoviera la inestabilidad y el desequilibrio del Estado como la reforma que lideró para permitir su reelección presidencial. No necesitamos ese Órgano que usted propone ahora, necesitamos eliminar la reelección y hacer cumplir nuestra Constitución a carta cabal.
  • El Centro Democrático está en todo su derecho constitucional de expresar preocupaciones sobre los acuerdos parciales de La Habana. Sin embargo, discrepo del riesgo que usted menciona para la economía privada de Colombia. El Gobierno está tan abierto a la economía privada colombiana, que solo debemos mirar todo el tema alrededor del desarrollo de infraestructura del país, llámese vías 4G, Río Magdalena, puertos, aeropuertos y demás. El Gobierno está haciendo un gran esfuerzopor vender el país de una forma positiva y buscar grandes inversionistas privados, necesarios para impulsar nuestro desarrollo.
  • Con el punto anterior dejo claro en que no se está sacrificando la inversión privada, todo lo contrario. Es tan grande la confianza doméstica que, durante esta semana que estuve en Cúcuta –mi ciudad natal-, pude percibir un gran ambiente de esperanza, empuje y optimismo en una región que lleva años en crisis debido al problema venezolano. Ví nuevos negocios, nuevas industrias, pensamientos distintos y optimistas sin importar la condición socioeconómica; vi una región con ganas de salir adelante sin importar las adversidades, y si eso no es confianza doméstica entonces no sé qué pueda serlo. Respecto a la confianza internacional y el crecimiento económico alto, he tenido la oportunidad de conversar con muchas personas del sector financiero y absolutamente todas han coincidido en que, hoy en día, los extranjeros nos ven como un país distinto, con grandes oportunidades por venir y en donde deben invertir; parece ser que todos en el exterior solo hablan muy bien de Colombia y esto es algo necesario. Me sorprendió ver en Cúcuta tantos extranjeros sin miedo realizando su intercambio cultural y se sienten tan felices que le aseguro sólo volverán a sus países a hablar maravillas de nosotros. Respecto a la Reforma Tributaria, debo aclarar que no soy un experto en impuestos, sin embargo me di a la tarea de consultar un documento con fecha Diciembre 11 de 2014, realizado por Fedesarrollo y titulado “La Reforma Tributaria y su impacto sobre la Tasa Efectiva de Tributación de las firmas en Colombia”, documento que usted puede buscar en Google, donde en su numeral 1.2, página 17, muestran que las Tasas de Contribución Efectiva Con Reforma son del 49.6% para empresas pequeñas, 57% para empresas medianas y 51% para empresas grandes, teniendo en cuenta que la tasa de empresas pequeñas disminuye en 0.6 puntos, empresas medianas aumenta 3.4 puntos y empresas grandes aumentan 1.7 puntos es decir, los mayores beneficiados de la Reforma Tributaria son los microempresarios. Por ende, la tasa de contribución que usted menciona del 74% es una cifra sin sustento y, al ser las pequeñas empresas las más beneficiadas, el Gobierno sí está aumentando la confianza de emprendedores e ingresos de los trabajadores. Respecto al Castro Chavismo evitaré referirme, ya que el Castro está cambiando con el restablecimiento de relaciones diplomáticas y posteriores relaciones económicas con Estados Unidos y el Chavismo cae en el 2015, por ende esa conjugación con la que tanto nos atemoriza dejará de existir afortunadamente.
  • Hay una parte que no entiendo muy bien de su punto. Una de las grandes virtudes de Colombia es que la protección de nuestra democracia reposa en la laboriosidad de nuestros empresarios, eso está claro. Sin embargo, no entiendo lo que sigue, la “abnegación” del profesionalismo de nuestros soldados y policías. No hay ningún sacrificio o renuncia voluntaria de nuestros soldados y policías a deseos o intereses en favor del prójimo. Nosotros somos sus prójimos, ellos son nuestros hermanos y no nos defienden por sacrificio o renuncia voluntaria, nos defienden como lo hace un hermano mayor al menor, saben que son nuestros guardianes protectores, los guardianes de la democracia y saben perfectamente que sin ellos hace mucho tiempo nuestro país hubiera caído al abismo.
  • Yo tengo otro dilema que siempre planteo: a ratos pienso que el país se prepara para elegir un Presidente en 2018 que haga la transición hacia el gobierno de la paz y el post-conflicto en 2022; a ratos pienso que el actual Presidente quiere ser, él mismo, el tránsito que le permita a Sergio Fajardo Valderrama instalar su Gobierno en 2018 ya que, como lo ha demostrado en Antioquia, es el único gobernante presidenciable del país que tiene incrustada en su esencia y su alma el postconflicto, y sería la única persona con la capacidad de asumir las riendas del Estado en un escenario de transición.
  • De corazón, espero que esos sectores colombianos que usted menciona, que “antaño enfrentaron con valor la presión de los criminales para dominar la política”, no hayan tenido nada que ver con las Convivir.
  • Hasta el momento no hemos sido espectadores de una justicia politizada; tal vez mediatizada ante ciertos casos pero no politizada. Estamos bajo la coyuntura de un Proceso de Paz que al parecer, junto con la ayuda de Dios, llegará a buen puerto y, usted muy bien lo sabe, en todos los procesos de paz exitosos del mundo se ha tenido que sacrificar un poco de justicia y ceder, de lo contrario sería imposible que el bando criminal firme un acuerdo. Por fortuna los líderes del actual Gobierno lo saben y están buscando la fórmula que permita equilibrar la justicia con la paz. No creo mucho aquello de que se está judicializando la crítica al proceso de La Habana, ustedes Centro Democrático han tenido y siguen teniendo, sin ningún inconveniente, los espacios para expresar sus dudas y desacuerdos, cosa que no sucedía con los opositores del Gobierno desde el 2.010 hacia atrás. Respecto a los militares, no es cierto que estén aceptando una humillante claudicación ante el terrorismo como requisito para sacarlos de la cárcel; tengo un hermano militar recluido en Tolemaida junto con cientos más, conozco a la sobrina favorita de Jorge Noguera Cotes, y si de algo están conscientes todos los condenados y sus familiares, es que están pagando con su libertad los justos por pecadores. Todos aquellos funcionarios del Estado condenados en el marco del conflicto entre el 2.002 y 2.010, culpables o no, que actuaron de manera consciente o inconsciente, están pagando con su libertad debido a las consecuencias de sus decisiones siendo Presidente de la República y por ejemplo para mi hermano, con una condena de 30 años, su única esperanza de ver la libertad es el Proceso de Paz.

Ahora bien, estimado Senador Álvaro Uribe: a usted y su familia no me queda más que desearle prosperidad en este año que se avecina. Espero que algún día yo tenga la capacidad para estar en un mismo lugar con usted debatiendo nuestras ideas, con argumentos y en el marco de una discusión amplia y democrática. Nunca voy a perder la esperanza de que usted se sume a la paz y a la reconstrucción social que tanto necesita nuestro país; si lo vamos a lograr con muchas adversidades, solo imagínese lo que podríamos lograr con usted como aliado, el mejor Presidente que ha tenido Colombia, hasta el momento.

Su compatriota,
Frank Delgado Buendía.
Bogotá D.C. Diciembre 29 de 2014

@FrankDelgadoB

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Cartagena de Indias: lo que hablan las murallas

Cartagena de Indias: lo que hablan las murallas

Nota Ciudadana
La mala salud de la salud

La mala salud de la salud

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--