El pasado 7 de septiembre era la fecha límite para que los partidos o movimientos sociales que conforman las dos cámaras, tomaran posiciones; y, de esta actividad, podemos extraer algunas curiosidades.
Para iniciar, plantearnos la siguiente pregunta: ¿Qué mensaje envía al país la conformación de Senado y Cámara, entre quienes se alinearon al gobierno, los independientes y los que se declararon en oposición?
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Lo que nos muestra la gráfica es que el gobierno consolida una aplastante mayoría en ambas cámaras. Veamos como quedaron las bancadas de acuerdo a los gráficos y números:
Para el Senado, de 108 senadores, el gobierno recibe el respaldo de 75, los independientes con 17 y oposición 14.
Para la Cámara, de 187 representantes, acompañan al gobierno 140, independientes 29, y oposición 17.
Si sumamos las dos cámaras las cifras serían las siguientes:
Entre senadores y representantes suman 295 miembros, de los cuales 215 acompañan al gobierno, 46 se declaran independientes, y 31 en oposición.
Una mayoría de 215 entre 295, es lo que algunos han denominado: “La aplanadora Petro”, yo diría mejor: “Acuerdo Nacional”, porque esto, obedece más a una convocatoria ante las urgencias del país, que una iniciativa exclusiva presidencial, aún, tenga su rúbrica. Aunque no faltarán los que, “a buen palo se arriman”…
Pero tenemos curiosidades que resaltar: Cambio Radical de German el Man, el Nuevo Liberalismo de los Galán, no se alinean como partido de gobierno, sino quedan flotando, junto con el MIRA y otros movimientos, en las aguas calmas de la independencia. Esto quiere decir, fronterizos.
En tanto la oposición “reflexiva” que propuso su mentor, queda rezagada a una minoría, que si bien, es fundamental y necesaria para el bien del país, lo de “reflexiva”, con personajes irreflexivos como Polo Polo, la Cabal, la Paloma y Enrique Gómez entre otros, francamente, abriga muchas dudas sobre sus “reflexiones”.
Más bien diríamos, alfiles francotiradores, que por el momento conforman el blanco de los memes. Algo así como: “Necesarios para mantener el humor, el sarcasmo, y vigentes a los productores de contenido que los viralizan, para monetizar sus canales.
Pero el gran derrotado indudablemente es Andrés Pastrana, al punto de conocerse que, prácticamente la totalidad de la bancada conservadora –antes alineada a Uribe– toma posiciones al lado del gobierno.
Es decir, al niño Andrés lo dejan arrinconado como un mueble obsoleto dentro del partido, al no alcanzar a visionar -como si lo hizo César Gaviria- en cuál sería su futuro dentro de las filas de su partido.
Y si seguía en su terca posición, terminaría trinando en soledad. En otras palabras, no le queda más a este flamígero personaje, que unirse al coro de los “reflexivos irreflexivos” que conforman el grupito de los francotiradores, a la altura en sus diatribas de Polo Polo.
La dinámica política se mueve, pero el abanico del nuevo gobierno estará en la mira por el tiempo que le corresponde.
