En el fin de semana un grupo de indígenas que no pertenecen al CRIC entraron al predio privado de la familia Garcés ubicado entre Santander de Quilichao y Caloto (en la zona rural del Cauca), donde está ubicada la tradicional hacienda Japio, cuya casa colonial tiene más de tres siglos.
El grupo que ocupó estas tierras para presionar un diálogo con el gobierno, directamente con el presidente Petro, se identifica como los Nietos de Quintín Lame, y llevaban 17 años sin aparecer aunque la organización se ha mantenido. Quintín Lame fue un emblemático líder indígena de principio de siglo pasado que sigue siendo referencia en un departamento donde el tema de tierras está al orden al día.
El grupo de indígenas pide interlocución directa con el gobierno porque asume como suyo este territorio y ve sus acciones como actos de liberación de la tierra, lo que habla a las claras de una reivindicación histórica. La idea es retomar el territorio, para, según ellos, darles cabida a grupos étnicos como indígenas, comunidades afro y campesinos, a quienes se les robó la tierra décadas atrás.
Luis Evelio Tenorio, mayor indígena de Los nietos del Quintín Lame señala que el CRIC “ha llevado un buen proceso, pero ha dejado a las bases por fuera, por eso estamos aquí”.
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Quintín Lame, símbolo de una lucha indígena que permanece viva