Difícil alguien con más experiencia en el mundo de la educación que Moisés Wasserman quien además de haber enseñado toda la vida ciencias fue rector de la Universidad Nacional. Reconocido columnista de medios nacionales, llama a la reflexión de manera original sobre los temas del debate público.
Es el caso de la educación, uno de los ejes de campaña del Presidente Gustavo Petro y de su Ministro de educación Alejandro Gaviria, bandera con la que quiso llegar a la Casa de Nariño. Wasserman profundiza en el tema en esta conversación con Juan Manuel Ospina,
Juan Manuel Ospina: Moisés Wasserman se ha convertido en un columnista referente de muchos temas, y a la edad que tenemos es una gran oportunidad porque hay mucho para contar. Quisiera que conversáramos sobre una de sus preocupaciones permanentes: la educación.
Hace poco hiciste referencia a la propuesta del Ministro Alejandro Gaviria de aumentar en 4 años 2.3 millones cupos universitarios. Decías que esto sonaba a quijotada, pero además surge la inquietud ¿y de la calidad qué?
Moisés Wasserman: Las dos cosas son importantes. Toca hacer una oferta de buena cobertura, pero no todas las oportunidades valen; una oportunidad sin calidad es una falsa oportunidad. A veces es frustrante. Respecto a la creación de cupos, mi reacción negativa es porque creo que hay que hacer un cálculo de factibilidad y nosotros tenemos un grupo en el cual, hasta hace poco, la mitad era público y la mitad era privado, pues me parece absurdo pensar de crearlo sólo en lo público. Creo que calculan mal lo que cuesta la creación de un cupo, sino que es mucho más que poner un pupitre en un salón de clase. Hay una inversión inicial por cada cupo nuevo.
JMO: Tengo la impresión de que la oferta universitaria, más ampliamente la educación superior no está respondiendo a las expectativas de los jóvenes y por eso han disminuidos las matrículas y aumentado la deserción. Súmele la crisis de la pandemia.
MW: Las matrículas son costosas y los cupos son costosos, y ni hablar de los cupos nuevos que habría que aprovechar más. No se trata simplemente de colocar un pupitre más, que además ya no caben en las aulas. Y no se puede pensar en soluciones a partir de la educación pública, satanizar a la educación privada es un error. Para no ir muy lejos tanto el Presidente como la alcaldesa de Bogotá y ni que decir de los ministros.
De lo que se trata es de diseñar un sistema para optimizar los cupos, incluyendo oferta privada y pública. Por otro lado, lo que preguntas es otro problema ¿está la universidad respondiendo a necesidades y expectativas? . Hay personas que piensan, sobre todo entre empresarios sin visión, la necesidad de cambiar la universidad por unos entrenamientos cortos, enseñar a programar computadores, pero programar ¿con qué? Los sistemas han cambiado y cambian mucho, los entrenamientos no son una respuesta; es algo limitado.
El esfuerzo está en aprender y autodiseñarse para educar con una gran flexibilidad; se trata de una formación permanente y lo importante son las bases sólidas; futurólogos como Harari que están de moda dicen que las personas que hoy son estudiantes ahora van a ejercer cinco oficios durante la vida. El reto de la universidad es permitirle a una persona pasarle de un oficio a otro, una alta flexibilidad para captar cosas nuevas a su formación y autoformarse permanentemente.
JMO: Por un lado, está la formación académica y del otro la necesidad de la universidad integrarse a la sociedad. En una de estas conversaciones hablé con el Doctor Padrón y decía que donde más aprendí de medicina fue en el año rural, un verdadero contacto con la gente. Necesitamos mezclar el conocimiento con la realidad para verla de frente.
MW: Los estudios deben ser menos teóricos y más cercanos a los problemas reales, por eso es crítico e importante el momento en el que la persona sale del aula y enfrenta la realidad y mucho mejor si ha estado involucrado en su proceso de formación. A veces es ingenuidad de los jóvenes y es que no saben, no saben que existe la realidad y lo que importa es la realidad. Hay ingenuidad porque hay cosas que sirven, aunque aparentemente no lo parezca. Hay angustia entre los jóvenes de no saber si sus estudios van para algún lado y se habla mucho que la educación es mucho más aprendizaje que enseñanza, el estudiante es más dueño de su proceso.
JMO: Los que damos clases aprendemos más que los mismos estudiantes.
MW: Me tocó enseñar muchos años para entender lo que estaba enseñando
JMO: La palabra clave es criterio, saber qué información sirve y que no sirve. Eso es lo que mueve a un profesor y un alumno. Porque el profesor es el puente entre la teoría y la realidad. El tema de la pertinencia de la educación, de generar cupos ¿para hacer qué?
MW: Ese debate es muy importante y que se de en las universidades para entender los retos importantes. Y es un momento crucial para plantear problemas fundamentales.
JMO: Este gobierno debe acabar con las universidades de garaje, eso es una estafa
MW: Se necesita insistir en un registro calificado y la acreditación que es de una calidad excepcional. Hemos mejorado en ese sentido.
JMO: Hay que ser rígidos
MW: Una oferta mala es una estafa.
JMO: No es sólo aumentar cupos, sino que no sean cupos de mentiras.
Continúa la entrevista en el siguiente video: