Si algo hay que reconocerle a la actual administración municipal de Santander de Quilichao, lo mismo que al uribismo nacional, es el eficiente uso de la frase de Oscar Wilde: "Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí", como una incontestable pieza del ejercicio político convertido en farándula.
“Con gran alegría, la Administración Municipal ‘Quilichao Vive’ en cabeza de su alcaldesa Lucy Amparo Guzmán González, firmamos la entrega oficial de los once Tótems Turísticos de alta tecnología, los cuales están distribuidos en diferentes zonas de la ciudad y contiene información de interés para visitantes (Mapa, referencia, información del lugar en inglés y español, un código QR que conduce a una página web, lenguaje braille) y Función...”[1]
Así, con los acostumbrados bombos y platillos, la administración municipal hizo su más reciente intento de mostrar gestión, al anunciar ni más, ni menos, que la formalización de la entrega de unas piezas publicitarias.
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Al igual que sus publicitados premios, la protocolización de la entrega de la propaganda totémica se hace en el contexto de la infatigable labor de cabildeo realizada por la alcaldesa Guzmán, ante grises asociaciones paraestatales de entidades territoriales (Fedemunicipios, Asocapitales, Fededepartamentos, Amunorca, RAP-Pacífico, etc.), cuya utilidad y supuesta eficiencia, sigue siendo una incógnita para la mayoría de los colombianos.
Más allá de la supuesta utilidad de las asociaciones de alcaldías y gobernaciones, el hecho llamativo de este nuevo aviso de gestión, es el objeto mismo de las piezas publicitarias, esto es, la promoción turística de Quilichao.
Si bien es cierto que, visto desapasionadamente, el anuncio, lo mismo que la intención, deberían ser recibidas con cierta aprobación y algo de esperanza; la desastrosa realidad de la infraestructura vial, hospitalaria, sanitaria y los niveles de inseguridad y terror, presentes, en la totémica Quilichao, han despertado una justificada ola de desaprobación por la falta de pertinencia de esta campaña de promoción turística.
En su desesperación por acallar la airada crítica por la aparente inutilidad de los tótems digitales entregados por el RAP-Pacífico, a cargo de las voces críticas de la oposición, pero, sobre todo, de un importante número de ciudadanos, cada día más cansados de la clase política tradicional de derecha, la administración local de Quilichao, nuevamente pone en las manos de sus fieles escuderos la tarea de defender lo indefendible.
El ciudadano del común, todavía no entiende, como es posible que se empiece a promocionar un producto, como los sitios de interés turístico que tiene Quilichao, sin haber solucionado antes algunos detalles que, el sentido común señala como imprescindibles, para poder ofrecerlos a los visitantes.
Por ejemplo, viandantes y comerciantes formales e informales del Parque Simón Bolívar, uno de los entornos turísticos más conocidos y más promocionables, al constatar la presencia del tecnológico tótem publicitario, no dudaron en señalar la paradoja de promocionar un sitio, bello y representativo, como la casa del Samán, cuando frente al dichoso tótem, se arma un embotellamiento vehicular y peatonal, causado por el desastroso estado de las calles.
De igual manera, señalaban como apresurado, ofrecer un sitio, hermoso e histórico como el parque Bolívar, sin haber solucionado antes, la presencia de habitantes de calle conviviendo con enfermos mentales bajo los puentes que dan acceso a este paraje.
Ahora que el simbolismo del gobierno nacional del Pacto Histórico, se muestra como el nuevo discurso y forma de gobierno, esta estrategia de totemizar un espacio público, venido a menos por la indolencia administrativa y la falta de pertenencia de la comunidad en general, pareciera ser el recurso desesperado de una alcaldía, muy cercana ideológica y políticamente a la derecha tradicional, por regresar a la sociedad quilichagüeña a las épocas en las que “el pensamiento salvaje, concebido como forma de organizar y clasificar los fenómenos sociales y naturales” [2] echaba mano del simbolismo del tótem, para recordarle a la comunidad quien o quienes eran los jefes del clan.
Siguiendo con el estilo de gobierno del bien ido Iván Duque, de desconexión con la realidad, imposición autoritaria y de oportunistas anuncios publicitarios, la administración municipal quilichagüeña, pretende tapar mediáticamente, con unas bonitas y muy tecnológicas piezas publicitarias, casi 3 años de poquedad administrativa.
Todo, incluso el esfuerzo de hacerse notar del clan gobiernista, parece indicar que el retroceso de esta tierra del oro ha llegado a tanto, que en pleno siglo XXI, Quilichao vive el totemismo[3].
[1] Tomado del perfil FB de la Alcaldía de Santander de Quilichao. https://www.facebook.com/alcsantanderdequilichao
[2] Tótem, totemismo - Encyclopaedia Herder (herdereditorial.com)
[3] 1. m. Sistema de creencias y organización de una tribu basado en el tótem. https://dle.rae.es/totemismo
