Si se cumplieran los anuncios que ha hecho el gobierno en materia laboral, cerrando la Procuraduría, las EPS, la exploración de petróleo y gas, además de lo que implica la reforma tributaria y otras iniciativas, en poco tiempo habrá un aumento considerable del desempleo y de la informalidad.
A lo que se debe agregar las propuestas de la ministra de Trabajo para acabar con los contratos sindicales y pedirle a los pequeñas y medianas empresas que reduzcan el personal, sino pueden cumplir plenamente con las obligaciones laborales, olvidando que en Colombia las micro, pequeñas y medianas empresas (conocidas como MiPymes) representan el 80 % del empleo en país y el 90 % del sector productivo nacional, por lo tanto en cambio de que la ministra plante aumentar el desempleo, debería dentro de la concertación y el diálogo social buscar formulas para alcanzar el trabajo decente.
Porque si el gobierno continua con esas propuestas, perfectamente se podría llegar a un desempleo e informalidad nunca antes visto, y ahí si tenemos que volver a recordar a Mijail Bakunin en la Primera Internacional de los trabajadores cuando al desenmascaró a Karl Marx, expresó Bakunin: “La miseria de las masas es la condición necesaria para consolidar un régimen comunista”, de manera que frente al aspecto laboral debe existir mesura y no propuestas desatinadas.
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También es curioso de cómo la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) en un comunicado del 9 de agosto, esboza lo siguiente: “La CUT reivindica como eje de su accionar sus principios funcionales de ser independiente frente al Estado, las instituciones religiosas, los patronos y los partidos y movimientos políticos”, sin embargo a renglón seguido, dice que apoyará y respaldará inclusive con la movilización pacífica al gobierno de Gustavo Petro, en los temas de su programa e iniciativas que correspondan a los trabajadores.
Pero no dice si en el caso de que haya reformas que perjudiquen a la población va a impulsar la protesta social; subrayando que la COB(Central Obrera Boliviana) que en ese país contribuyó a elegir al presidente Luis Arce, está convocando para un Paro Movilizado el 19 de septiembre en contra de las medidas que ha tomado el gobierno que menoscaban a los sectores populares, demostrándose la autentica autonomía de la COB frente al Estado y por ende frente al gobierno, siendo un ejemplo muy disiente para el sindicalismo colombiano.
La innovación sindical esta al orden del día, observando el signo de los tiempos, que determina un replanteamiento estructural del movimiento de los trabajadores, para superar atavismos que no le han permitido un crecimiento adecuado, porque no se puede olvidar que el índice de sindicalización de la población económicamente activa en Colombia era en 1980 cercana al 25 % y hoy escasamente llega al 6 %, existiendo muchos factores para esa situación.
Por ejemplo, las reformas laborales, pero además no habido una respuesta audaz de parte de los sindicatos que en muchas ocasiones tienen el mismo comportamiento de hace más de 50 años, especialmente las organizaciones que son orientadas por la logia comunista.
La flexibilización laboral y el neoliberalismo que fueron el resultado de que la China entrara en la economía de mercado hace 44 años, no han sido lo suficientemente asumidos por los sindicatos, debido a que dirigentes marxistas usan un discurso baboso que no va a la esencia del asunto, descalificando instrumentos de organización como el Contrato Sindical, respaldado por el artículo 482 del Código Sustantivo del Trabajo, que sirve como medio para la estabilidad laboral.
El sindicalismo para crecer debe tener en cuenta la Inteligencia Artificial y la Sociedad del Conocimiento, porque el teletrabajo y las diferente plataforma que hoy están presentes en el mundo laboral, son determinantes para el desarrollo social y humano de la ciudadanía; a lo que se le debe agregar en Colombia la migración venezolana, que es un importante porcentaje de la población económicamente activa, sin importar que se encuentre en el sector informal, por lo que hay que organizar a ese grupo numeroso de trabajadores que incide en la economía nacional.
Entre la izquierda auténticamente democrática y el sindicalismo si hay afinidades, respetando eso si el pluralismo, porque la independencia y la democracia sindical es el centro de gravedad del accionar de los trabajadores, pues no se puede permitir que sectas como el marxismo manipulen la lucha obrera.