Es con hechos que le cumpliremos a los colombianos, para que no solo sean conectados a internet, sino que se apropien de las herramientas digitales para encontrar nuevas oportunidades de estudio y empleo, oportunidades que les permiten mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Presidente Gustavo Petro
El cambio en las tecnologías digitales es clave para económico y social. La conectividad a internet es un medio excepcional en el mundo del hoy por su aporte a la equidad e igualdad para todos los estrados sociales y actividades comerciales e industriales.
Quienes no tienen acceso a Internet están en una gran desventaja económica y social pues no les permite a estas personas su derecho fundamental a estar informadas, trabajar, estudiar y conservar su bienestar mental y físico que les otorga el acceso y la velocidad a la banda ancha. Según el Banco mundial la economía digital equivale al 15.5 % del producto interno bruto (PIB) mundial, creciendo dos veces y media más rápido que el PIB mundial en los últimos 15 años.
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Para la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el 37 % de la población mundial nunca ha usado Internet y el 96 de esas personas viven en países en desarrollo. Según el DANE 56.5 % de los hogares en ciudades y solo el 23.8 en zonas rurales tienen conectividad a Internet en Colombia.
A nivel mundial ocupamos el puesto 114 en el ranking de velocidad y 59 y en Latinoamérica en desarrollo digital, estamos detrás de Chile, Brasil, México y Perú; solo superamos a Argentina. Colombia cerró 2021 con cerca de 46 millones de conexiones a Internet, pero solo 8,44 millones fueron accesos fijos y 38 millones fueron accesos móviles, es decir negocio de los operadores.
El presidente Gustavo Petro en su campaña propuso la solución a esta encrucijada con criterios de beneficio social, honestidad y transparencia. Hoy adquiere relevancia una política para desarrollar una infraestructura satelital confiable que garantice el mejor acceso a Internet, donde el mercado de las comunicaciones satelitales ofrece oportunidades de varias constelaciones, sirviendo no solo al consumidor residencial, sino a cualquier tipo de empresa u organización que dependa de la conectividad a Internet en cualquier lugar donde se localice.
Por ejemplo, recientemente Amazon presentó un plan para entregar Internet desde el espacio utilizando 3236 pequeños satélites en órbita terrestre baja. Se llama Proyecto Kuiper. En abril, la empresa firmó un contrato multimillonario —el acuerdo de cohetes más grande en la historia de la industria espacial comercial— para el lanzamiento de sus satélites Kuiper con tres entidades diferentes: Blue Origin de Jeff Bezos, United Launch Alliance (una empresa conjunta de Boeing y Lockheed Martin) y la europea Arianespace.
Es considerada una respuesta y una competencia para Elon Musk con su red Starlink de SpaceX que ya tiene alrededor de 2,000 satélites en órbita, sirviendo a alrededor de 250,000 suscriptores en total. La Comisión Federal de Comunicaciones ha aprobado a SpaceX para lanzar un total de 12.000 satélites.
Igualmente se debe rediseñar y especializar al regulador y las regulaciones que permitan a los operadores competir sin posiciones de dominancia ni monopólicas.
Al mismo tiempo es necesaria la enseñanza de las capacidades digitales para participar en los cinco pilares de la economía digital: (i) infraestructura, (ii) plataformas, (iii) emprendimientos, (iv) servicios financieros y (v) habilidades, para así priorizar la educación y el uso de la ciencia de datos, la computación en la nube, la inteligencia artificial y el análisis digital.
Hoy ya contamos con la resolución 0376 del 3 de febrero de 2022 de MINTIC donde se establece un nuevo modelo en la prestación de los servicios satelitales y con el apoyo de una entidad de suficiencia tecnológica como la ANE para el apoyo.
La normatividad prevé un aumento importante en la cantidad de accesos terrestres a Internet satelital en las zonas más apartadas del territorio nacional, contribuyendo al cierre efectivo de la brecha digital
