El pan: ¿de comida barata a lujo ocasional?

Debido a la guerra en Ucrania y el alza del dólar los insumos se encarecen. Al ser un importador neto de trigo, el país es susceptible a los precios internacionales

Por: Más Colombia |
agosto 02, 2022

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Hace poco, el Gremio de Panaderos de Cota (Cundinamarca) sorprendió a los habitantes del municipio con un cartel en el que anunciaba que, debido a los altos precios de los insumos, se veía en la obligación de subir los precios del pan y sus derivados a partir del primero de agosto.

El anuncio coincide con la tendencia al alza de los precios internacionales del trigo, desde hace varios meses, que ha afectado duramente a Colombia por ser un importador neto de este cereal.

A mediados de junio, el Sistema mundial de información y alerta sobre la alimentación y la agricultura (GIEWS, por sus siglas en inglés) emitió una alerta temprana para Colombia justamente por los precios de la harina de trigo.

Más de un año de fuertes alzas en los precios del trigo

En ese momento, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó que los precios de esta harina vienen en aumento desde mayo del año pasado, tendencia creciente que continuó en mayo de este año, hasta alcanzar un incremento superior al 60% frente a los precios del año anterior.

En junio, el Índice de precios de los cereales de la FAO alcanzó un promedio de 166,3 puntos, 4,1% menos que el mes inmediatamente anterior (mayo de 2022), pero 27,6% por encima del valor alcanzado en junio del año pasado (puede consultar el índice en este enlace).

Una tendencia de largo plazo

Una nueva herramienta del organismo internacional muestra la tendencia de los precios de la harina de trigo en Bogotá, Barranquilla y Cartagena. Las gráficas indican que, si bien estos han presentado altibajos en el periodo cubierto —desde enero del año 2000 hasta junio del 2022—, mantienen una firme tendencia al alza. Esto es especialmente evidente en el caso de Bogotá. En los casos de Barranquilla y Cartagena la tendencia se mantiene, aunque se hace significativamente más pronunciada en los últimos años (ver gráficas).